jueves, 30 de junio de 2016

Laboratorios del IMSS, sin reactivos por bloqueos

Alberto López Morales

     JUCHITÁN, Oax.- Doña Adriana López Granados salió triste y enojada de su cita del laboratorio del IMSS: “no me hicieron el análisis de glucosa porque dicen que por los bloqueos de los maestros, la Unidad Médica Familiar seis no tiene reactivos”, explicó.
     “Estamos en una situación bastante difícil”, reconoció el director de la UMF seis de esta ciudad, Mario Rosales Lira, quien destacó que en el Hospital General de Zona del IMSS, ubicado en Salina Cruz, tampoco cuenta con reactivos para estudios de laboratorio. “Ahí se agotaron primero”.
     Desde el pasado lunes, los servicios de laboratorio que brinda el IMSS en esta ciudad y en el puerto de Salina Cruz quedaron suspendidos. “Claro que nos molesta y preocupa porque en los laboratorios particulares cada estudio cuesta en promedio 200 pesos”, señaló doña Adriana López.
     En la UMF seis, que atiende “como a 50 mil derechohabientes”, se realizan estudios de laboratorio a un promedio de 100 derechohabientes que vienen incluso de otras clínicas ubicadas en el Istmo, como de Tapanatepec, Ixtepec, Santo Domingo Ingenio y El Barrio de la Soledad.
     “Para evitar que los derechohabientes viajen temprano y en ayunas y que se les regrese, se ha notificado a los directores de esas clínicas del IMSS para que no envíen a las personas mientras dure esta situación difícil”, precisó el médico Mario Rosales Lira.
     Los bloqueos de carreteras por parte de los maestros comenzaron desde el once de junio, tras la aprehensión del secretario de organización de la Sección 22 del SNTE, Francisco Villalobos y se generalizaron en el Istmo a partir del lunes 13 al conocerse la captura del líder Rubén Núñez.
     Por las movilizaciones sociales, los derechohabientes que tienen citas programadas en el Hospital de Zona de Salina Cruz también enfrentan problemas para su traslado porque la línea de autobuses ADO tiene suspendidas sus corridas, admitió el director de la UMF, Rosales Lira.
     Los directivos de la empresa ADO, con la que el IMSS tiene un convenio para el traslado de los derechohabientes con citas programadas a Salina Cruz suspendió sus corridas después que el 19 de junio, unos encapuchados le prendieron fuego a dos de sus autobuses en esta ciudad.
     “Por fortuna en esta UMF todavía contamos con medicamentos, pero si persisten los bloqueos corremos el riesgo del desabasto como el que tenemos en este momento con el desabasto de las sustancias químicas para realizar los estudios de laboratorio”, advirtió el director Mario Rosales.
     A la entrada de la UMF seis del IMSS, sobre el cristal de puertas abatibles, aviso informa a los derechohabientes que “debido a la carencia de reactivos por los bloqueos carreteros no podemos tomarle la muestra para sus estudios” y les piden que reprogramen sus citas “la próxima semana”.
     Doña Adriana López Granados leyó el aviso y después fue a preguntar con el personal que atiende el laboratorio. Ahí le explicaron que no hay forma de que le realizaran el análisis de glucosa. Triste y enojada, no sabe si reprogramará su cita o irá a un laboratorio privado.
     Mientras tanto, los maestros de la sección 22 del SNTE volvieron a bloquear este miércoles diversos puntos carreteros en la región del Istmo de Tehuantepec, aunque dan paso a los vehículos pequeños los camiones de carga y auto tanques no pasan.
     Los bloqueos se instalaron en Matías Romero, impidiendo el paso hacia Veracruz. También en Zanatepec que cerró el paso hacia Chiapas. En Tehuantepec que frenó el tránsito a la capital oaxaqueña y en Huamelula que  impide la circulación entre Salina Cruz y Huatulco.
     “La situación es molesta. Imagínese, yo soy de Juchitán y me formé temprano en la fila. Desde las seis y una hora después nos dicen que no hay servicios. Piense en la gente que viene de otros pueblos, salen a las 5 de la mañana y les dicen que no hay”, lamentó doña Adriana López.


    

viernes, 24 de junio de 2016

Sin maíz, las tiendas Diconsa en Oaxaca

Alberto López Morales
     SAN MATEO DEL MAR, Oax.- La pregunta hecha por doña Julissa Camacho Ochoa parecía sarcástica, pero en un pueblo donde su alimento se basa en al maíz, ninguna interrogante es mordaz: “¿comería usted gustoso unos camarones o pescado sin el totopo?”, inquirió.
     En esta comunidad habitada por unos 14 mil indígenas ikoots, bendecidos al norte por aguas de la Laguna Superior y al sur por el Pacífico, en el Golfo de Tehuantepec, la última vez que le surtieron 10 toneladas de maíz a la tienda rural 13 de Diconsa, fue el 23 de mayo de este año.
     “Por los problemas que hay en Oaxaca en esta tienda que es la esperanza de unos cinco mil beneficiarios por los precios bajos de nuestros productos ya no tenemos maíz; tampoco avena, arroz y frijoles”, dijo Irma Quintana Silva, encargada del establecimiento desde hace nueve meses.
     La tienda rural número 13 de Diconsa, dependiente del almacén ubicado en El Morro, un poblado de la zona Chontal baja de la región costera de Oaxaca, es un salón rectangular de 98 metros cuadrados que alberga cinco estantes metálicos semivacíos.
     “Lo primero que se agotó fue el maíz, el azúcar y la harina de maíz. Estamos sufriendo porque este es un pueblo que vive de la pesca”. La vocación agrícola es escasa. “Aquí el kilo de maíz nos cuesta cinco pesos, en tiendas particulares, que venden el maíz por litro, cuesta hasta 10 pesos”.
    En Oaxaca operan 2,400 tiendas rurales. Eso significa que los productos básicos con precios económicos están presentes en igual número de localidades indígenas empobrecidas, marginadas y de difícil acceso.
     De ellas, 855 funcionan en la Unidad Operativa Istmo y Costa. Por los problemas políticos, hay 155 municipios desatendidos. 530 tiendas rurales están desabastecidas. Casi un millón de personas sufren la falta de víveres, Mientras Diconsa tiene pérdidas por 16  millones de pesos.
     “Tan solo en San Mateo del Mar hay 12 tiendas que no han podido ser abastecidas”, admitió el supervisor operativo de la zona Chontal, Felipe Santiago Ramos, quien añadió que los almacenes de Diconsa no surten porque no hay paso o porque los camiones no tienen combustible.
     El común denominador de las 530 tiendas rurales de Diconsa que operan en las regiones de la Costa y el Istmo es que no tienen nada de maíz. “Es preocupante la situación”, admitió el subgerente de la zona, Cristian Hernández Fuentes.
     La preocupación se agudiza más en esta comunidad que concentra altos índices de pobreza a pesar que está ubicada cerca del puerto de Salina Cruz, el polo del desarrollo industrial del Istmo: La leche del programa alimentario para menores de edad se agotó.
     “Preocupa porque no tenemos ni para comer y ahora, como no vienen a surtir las unidades de Diconsa, unos 96 niños hijos de familias beneficiarias del Programa Alimentario Sin Hambre no tienen leche”, comentó alarmada Julissa Camacho, presidenta del Comité Rural de Abasto.
     En las localidades integradas a la Unidad Operativa Istmo y Costa, se han dejado de distribuir las tarjetas que posibilitan la adquisición de 15 productos de alto valor nutritivo como leche en polvo, avena, lenteja y huevo, equivalentes a nueve millones de pesos.
     Sin maíz no hay producción del totopo que es esencial en la dieta de los ikoots, zapotecos, chontales y zoques del Istmo de Tehuantepec. El totopo, una tortilla deshidratada a temperaturas altas en ollas de barro. Con el totopo se saborean mejor los camarones, pescados, queso y frijoles.
     Por el momento, sin embargo, en 170 tiendas rurales de Diconsa establecidas en el Istmo y atendidas por los almacenes de El Morro Mazatán, Santiago Laollaga, Santiago Niltepec y La Reforma Yautepec, no hay maíz para el atole, las tortillas y menos para el totopo.
     Bajo esa realidad tan preocupante para casi 900 mil istmeños que se han quedado sin abasto de maíz en las tiendas de Diconsa, la pregunta de doña Julissa Camacho se aleja más del tono burlón. Es verdad: no se puede disfrutar del camarón sin el totopo.

     Y en la pequeña bodega de la tienda rural 13, que inició operaciones hace 20 años en esta comunidad ikoot, donde en condiciones normales se almacenan 20 toneladas de maíz al mes, solo están en el piso, como mudos testigos del desabasto, una báscula y cinco bandejas de plástico.

miércoles, 22 de junio de 2016

Una "odisea" viajar por el Istmo

Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- La imagen es ruinosa: a la entrada oriente del puente de fierro que cruza arriba del río Los Perros siguen, como testimonio vandálico, los esqueletos de dos autobuses de pasajeros que fueron incinerados desde el domingo 19 de este mes.
     Los armazones de los dos autobuses quemados no obstruyen el paso vehicular sobre la carretera Transístmica cerca del lugar conocido como Canal 33, donde los maestros bloquean, pero advierten a los usuarios del transporte foráneo que viajar en estos tiempos es una odisea.
     “Viajar así, con tantos bloqueos es riesgoso, pero también es caro porque hay que transbordar en mototaxis varios puntos para tomar el camión”, relató Gabriela Rasgado, quien viaja todos los días de esta ciudad a Salina Cruz, donde trabaja en un negocio de materiales de construcción.
     Desde que se instalaron los bloqueos sobre la Transístmica, el lunes 13, doña Gabriela gasta en su viaje de Juchitán a Salina Cruz más de 100 pesos. En condiciones normales el pasaje cuesta 76 pesos. “Me da miedo porque llego a Juchitán casi a las ocho de la noche y hay que caminar”.
     Luego de cruzar el puente de fierro que está sobre el río Los Perros, quien se transporta en vehículos pequeños, como los petroleros que trabajan en la refinería o en otras instalaciones petroleras, deben tomar rutas de terracería donde pagan una especie de derecho de paso.
     Para los trabajadores y comerciantes, este miércoles fue uno de esos días más pesados para regresar de Salina Cruz a esta ciudad zapoteca: Se toparon con dos bloqueos. Uno frente al hospital del IMSS y el otro frente a la gasolinera “Dos Océanos”, por un lío entre transportistas.
     Ambos bloqueos terminaron antes de las 15:00 horas, pero los maestros volvieron a cerrar la Transístmica entre Tehuantepec y Salina Cruz, cerca del acceso al poblado de San Antonio Monterrey. Hasta ahí llegan los pocos autobuses de pasajeros que prestan el servicio.
     Un directivo de una de las líneas del transporte foráneo entre las poblaciones del Istmo de Tehuantepec, quien pidió la reserva de su identidad “para evitar problemas”, dijo que hacen lo que pueden para “acercar a los pasajeros a su destino”.
     “Viajar de Juchitán a la capital de Oaxaca en estos tiempos es una verdadera hazaña”, comentó Porfirio Díaz Molina, trabajador del Instituto Electoral Oaxaqueño, quien fue citado para mañana temprano en la sede del IEEPCO y desde la tarde de ayer no hallaba la forma para trasladarse.
     “Fui a la terminal de la línea ADO y me dijeron que por el momento no hay corridas para ningún punto. Solo me dieron la opción de tratar de llegar a Magdalena Tequisistlán, porque de ahí para adelante hay corridas a Oaxaca pero hasta antes de las nueve de la noche”, refirió.
     Díaz Molina hizo sus cuentas para llegar a los bloqueos que realizan los maestros en el Canal 33 de Juchitán, en el Caracol de Tehuantepec y el de Jalapa del Marqués, transbordando en taxis, y concluyó que pagaría unos 700 pesos de un viaje que normalmente cuesta 280 pesos.
     También es una proeza llegar a Matías Romero, en la zona norte del Istmo, saliendo de Juchitán. Este miércoles los conductores de camiones de carga cerraron el acceso a dos kilómetros de donde los maestros mantienen su bloqueo.
     Como en los últimos, esos bloqueos de los transportistas obligan a los conductores de vehículos pequeños a tomar dos rutas alternas a partir del poblado cementero de Lagunas. Son caminos pedregosos y el avance es lento.
     Debido a los cierres de carreteras, los conductores de los camiones que transportan insumos para la pequeña industria y la mercancía para el mercado están ingresando por la capital chiapaneca, pero en los últimos días los maestros han mantenido el bloqueo en Zanatepec.

     Mientras tanto, resguardados por enormes manchas de filosos cristales de botellas rotas y punzantes alambres de neumáticos quemados, las “osamentas” de los dos autobuses incinerados siguen ahí, sobre el asfalto de la Transístmica sin que ninguna autoridad los retire.          

Comerciantes, víctimas de bloqueos

Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- La frase del fletero poblano, Eleazar Jiménez Huerta, resume su adolorido estado de ánimo: “¡Está cabrón!”. Su viaje de Huixcolotla a esta ciudad zapoteca tardó siete horas más de lo normal e incrementó su gasto en combustible, peaje y alimentación.
     Recargado en la cabina azul del camión tipo torton, frente al acceso oriente del mercado zonal “2 de Noviembre” donde entregó el cargamento de verduras procedente de Puebla, narró que estuvo atrapado dos días en un bloqueo de carretera “sin comida y con el riesgo de ser asaltado”.
     Las poblaciones del sur de Oaxaca, principalmente esta ciudad considerada el centro comercial del Istmo de Tehuantepec, enfrentan el desabasto de todo tipo de mercancías e insumos para la pequeña industria, debido a los bloqueos carreteros que han realizado los maestros de la entidad.
     El fletero Eleazar Jiménez quedó atrapado dos días sobre la carretera Transístmica antes de llegar a Matías Romero y al final optó por darle la vuelta al estado de Chiapas y entró a esta ciudad apenas este martes. Saló desde el sábado de Huixcolotla, Puebla, y gastó seis mil pesos más.
     La amplia explanada del mercado zonal “2 de Noviembre”, donde se surten los comerciantes que revenden las verduras, hortalizas y frutas en otras comunidades y en el mercado principal “5 de Septiembre” de esta ciudad, está semivacía.
     “Por los bloqueos de las carreteras los camiones no pueden entrar. Lo que más ha escaseado es el tomate rojo que viene de San Pablo Guilá (Matatlán, Oaxaca). Ha habido cierres de carretera en el trayecto al Istmo”, confirmó Alberto Pérez Méndez, quien compra y vende verduras.
     El desabasto de hortalizas, verduras y frutas ha provocado que suban los precios. “La gente se enoja, pero con los bloqueos es más caro introducir la mercancía”, añadió Pérez Méndez, quien dijo que por los largos recorridos, el cilantro, la romanita y los rabanitos “llegan podridos”.
    Al kilogramo de cada mercancía procedente de las centrales de abasto de Puebla, Oaxaca o Chiapas se le ha incrementado cinco pesos o más. El precio del casillero de 30 huevos de gallina ronda entre los 60 y 70 pesos. Antes de los bloqueos costaba 35 pesos.
     Las plantas gaseras apenas comenzaron este martes a normalizar la venta del gas LP en cilindros de 20 kilos. No hay, sin embargo, el abasto de gas para los tanques estacionarios que usan las tortillerías, lavanderías y panaderías.
     Don Rutilio Castro Medina, panadero con más de 40 años de experiencia, se vio obligado a reducir su producción de bolillos y suspendió la elaboración del pan dulce ante el desabasto y encarecimiento de los insumos.
     “El saco de harina de trigo de 44 kilos pasó de 355 a 500 pesos, la levadura no se está vendiendo por cajas, sino por paquetes de 400 gramos a un precio de 45 pesos, 12 pesos más que hace 15 días.
     Los comerciantes de esta ciudad zapoteca enfrentan problemas para cubrir el salario de sus trabajadores. “Es una cadena de problemas, yo debo a mis proveedores, pero también me deben a mí”, confió Alberto Pérez Méndez, en espera que “las cosas se compongan”.
     Desde el domingo 12 de junio los maestros de la sección 22 del SNTE y padres de familia han instalado bloqueos de carreteros en Matías Romero, Tehuantepec, Juchitán, Ixtepec, Huamelula, Salina Cruz y Zanatepec. Exigen una mesa de diálogo con la SEGOB.

     Con las carreteras Transístmica, Costera y Panamericana bloqueadas, el paso vehicular hacia la capital oaxaqueña,  Chiapas, Veracruz o Huatulco se ha interrumpido y ello ha provocado el desabasto de mercancías e insumos.