jueves, 3 de marzo de 2016

Se renta, ¡pero al mejor postor!


ALBERTO LÓPEZ MORALES

     ¿Que el dueño del Partido del Trabajo (PT), Alberto Anaya Gutiérrez haya abandonado al PRD y al PAN en su intento por mantener la gubernatura de Oaxaca, es una sorpresa?  No. No hay sorpresa alguna. Hay sorprendidos, pero el PT siempre ha estado al servicio del mejor postor.
     En 1994, el PT se alió en Oaxaca con ¡el PRI! Para apoyar el triunfo de Ulises Ruiz, a la gubernatura del estado. En pago, el entonces dirigente estatal del PT, Mariano Santana, tío de Jesús Romero, actual operador de Benjamín Robles, fue diputado plurinominal.
     Con su estrella amarilla de cinco puntas y el fondo rojo, el PT se presenta frente al electorado como un partido opositor al PRI y se reclama de izquierda. Nada más falso. El PT es un partido que nació desde las entrañas del poder con el apoyo del salinismo.
     Por las filas del PT han pasado personajes singulares que abrevaron del PRI y después se acomodaron en el PRD. Auténticos tránsfugas partidistas. Noroña, Monreal, Bartlett, Layda Sansores, etc. ¿No fue Bartlett el responsable del fraude contra Cárdenas en 1988?
     Fundado en el año de 1990, en pleno esplendor del salinismo, el PT nació de las entrañas de grupos regionales de Monterrey, Chihuahua, Durango y Zacatecas. En su primera incursión electoral, en 1991, solo alcanzó 270 mil votos. Insuficientes para conservar su registro.
      Fue la primera vez que perdió su registro. En 1992 obtuvo otra vez su registro pero no con votos, sino con asambleas distritales en todo el país. Asambleas que prácticamente fueron  solventadas por el Frente Popular Tierra y Libertad de Monterrey, desde Nuevo León.
     En la elección federal del 2015, el PT volvió a perder el registro. En Oaxaca no superó los 25 mil votos. En todo el país apenas si superó los 100 mil votos, frente al PRD que en la entidad oaxaqueña  llegó casi a los 200 mil sufragios.
      Para sobrevivir, el PT se ha aliado con todos: con el PRD, PAN, el MC y hasta con el PRI. Su principal dirigente, considerado casi el dueño de esa franquicia política, Alberto Anaya se niega a vivir fuera del presupuesto, se resiste a vivir sin las prerrogativas y se vende al mejor postor.
     Alberto Anaya, fundador del Frente Popular Tierra y Libertad, de Monterrey, en Nuevo León, no ha sabido o no ha querido vivir fuera de los cargos de elección popular. Fue diputado federal en 1994, senador en 1997, diputado en el 2000 y senador en 2006. Es el cacique político del PT.
     Anaya Gutiérrez, quien apenas dejó el cargo de diputado federal en la legislatura pasada (tres veces diputado y dos veces senador, todos plurinominales), anunció el miércoles que su franquicia, el PT abandona al PAN y PRD para pelear por la gubernatura de Oaxaca.
     El PT no alcanzó los votos necesarios en el 2015 para conservar su registro. Para gozar de las prerrogativas, 398 millones de pesos al año, necesitó de los votos del PRI en Aguascalientes después que se alió a los priístas en la extraordinaria de Colima, donde ganaron los priístas.
     En ese contexto, el dueño del PT anunció que Benjamín Robles Montoya será candidato petista al gobierno de Oaxaca, bajo el argumento de que la elección de José Antonio Estefan Garfias, como candidato del PRD fue fraudulenta. Alberto Anaya ¡Se dio cuenta una semana después!
     Si en el 2015 el PT solo alcanzó 25 mil votos en Oaxaca, en la elección de este 2016 no le dará más Robles Montoya, pero eso sí, espera que Benjamín le arrime los sufragios necesarios para mantener las jugosas prerrogativas para vivir del dinero público aunque no gane más que dinero.
     En Oaxaca fallaron los cálculos de los perredistas y panistas al aliarse con el PT que en toda su historia solo ha mostrado la búsqueda de sus privilegios y de su sobrevivencia. Se aliaron a URO en 1994 y lo hicieron gobernador de Oaxaca.
     Falta saber qué harán todos los beneficiarios del petismo en Oaxaca, como el titular de la Secretaría del Trabajo, Mister Carteras, Daniel Juárez y su parentela heredera del nombre de Daniel López Nelio, como Mariano Santana, Pavel Renato López y Lenin López Nelio.
     El que ya pintó su raya, es Jesús Romero, sobrino de Santana, primo de Lenin y tío de Pavel. Él está en la cancha de Benjamín Robles y en la cancha de quien mece la cuna para tratar de desbarrancar la coalición que lleva de Estefan Garfias como candidato a gobernador.

     Falta además saber, si tras abandonar la coalición antipriísta, el PT decida tener candidatos a diputados locales y alcaldes en los 153 municipios que se rigen por el principio que de partidos, para que termine de decirles a los oaxaqueños que los intereses del PT están en otra cancha.

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