sábado, 14 de marzo de 2015

Piden cierre de albergue en Chahuites



Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- Apenas con seis meses de existencia, el albergue de Chahuites para migrantes de Centroamérica, fundado por el sacerdote Alejandro Solalinde, enfrenta el acoso de una parte de esa población ubicada en la zona oriente del Istmo oaxaqueño.
     Desde el pasado miércoles, unas 50 personas de Chahuites, Oaxaca, firmaron una petición dirigida al presidente municipal Antonio Ruiz Santos, para que a más tardar cierre el albergue el domingo 15 de este mes.
     Ante esa situación, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, quien fundó primeramente el albergue de migrantes en Ciudad Ixtepec, inició este viernes una serie de encuentros con la comunidad católica y autoridades de Chahuites, “para frenar el sentimiento de xenofobia”.
     No podemos permitir que la discriminación y xenofobia dominen los sentimientos de nuestros pueblos. Los migrantes de Centroamérica van a Estados Unidos en busca de una mejor vida que no tienen en sus países, dijo Solalinde Guerra.
     Hace unos días, dos grupos de migrantes que llegaron caminando desde Arriaga, Chiapas, protagonizaron un diferendo en las calles que no pasó a mayores, a juicio de las autoridades, pero que detonó el sentimiento de xenofobia de algunos lugareños.
     Dicho conato de violencia “espontánea”, como la definió Solalinde Guerra, vino a sumarse al clima de rivalidad que enfrentan los comerciantes de Chahuites “porque algunos venden más que otros y la verdad no queremos dividir a la población”.
      Solalinde Guerra adelantó que si no hay condiciones para que el albergue siga funcionando donde actualmente se ubica, se buscará algún predio en comodato para que se construya, aunque sea con lonas, madera y cartones, un nuevo espacio para los migrantes.
     El albergue para migrantes de Chahuites, Oaxaca, que limita con Arriaga, Chiapas, se creó en octubre del año pasado para darle techo, alimentos y medicinas a los centroamericanos que, impedidos por la policía para subir a La Bestia, caminan a lo largo de las vías.
     Con apenas seis meses de funcionamiento, los directivos del albergue y los propios migrantes han sufrido una serie de ataques por parte de los “polleros” y de elementos de la Agencia Estatal de Investigación de la Procuraduría de Justicia de Oaxaca, según denuncias de Solalinde Guerra.
     Los migrantes, dijo Solalinde Guerra, vienen de una Centroamérica herida que no les da la oportunidad de empleos y una vida diga. Van de paso a Estados Unidos. Antes usaban el tren conocido como La Bestia, ahora, por el plan Frontera Sur, usan caminos peligrosos, añadió.
     El plan Frontera Sur, que se puso en marcha en agosto de 2014, ha movilizado a policías federales y de migración a Arriaga, Chiapas y en el trayecto ferroviario a Ciudad Ixtepec para disuadir a los migrantes para que no suban al tren conocido como La Bestia.
     Como consecuencia de ese plan, dijo Solalinde Guerra, ahora los migrantes caminan desde Arriaga a Chahuites y de ahí sigue la ruta hacia Ixtepec, pero lo hacen por caminos y veredas peligrosas donde sufren, asaltos.
     Solalinde Guerra adelantó que el cierre del albergue de Chahuites y el plan Frontera Sur provocará en los próximos meses otra crisis humanitaria entre los migrantes centroamericanos porque sigue el flujo de familias con menores y menores sin compañía.
     Habrá otra crisis humanitaria, es lo más seguro, dijo Solalinde quien pidió el apoyo de la jerarquía católica para impedir que cierren este domingo el albergue creado en Chahuites para atender a los migrantes de Centroamérica.


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