miércoles, 1 de octubre de 2014

"Pega" a camaroneros de Oaxaca falta de plantas congeladoras

Alberto López Morales

La planta congeladora de Salina Cruz cerró sus puertas en 2005
     JUCHITÁN, Oax.- En el año 2005, la planta congeladora y exportadora de camarón “Pescadores Unidos de Salina Cruz” cerró sus puertas. Los dueños, cooperativistas todos, se declararon en quiebra. Más de 200 trabajadores, entre mujeres maquiladoras, maquinistas, bodegueros, ingenieros y administrativos se fueron a la calle desempleados. En la actualidad, el puerto pesquero de Salina Cruz es el único centro camaronero del Pacífico mexicano que carece de una planta que le dé oportunidad a los 230 pescadores de alta mar que conforman la flota camaronera de Oaxaca para que obtengan un mejor precio por tonelada del crustáceo.
     El pescador Alberto Román Pineda, quien trabajó poco más de 10 años en la congeladora “Pescadores Unidos de Salina Cruz”, recordó que la planta “tronó” porque era incosteable su mantenimiento por tres razones. La primera, señaló, fue porque las tarifas eléctricas eran muy caras, la segunda, porque en esos años la pesca registró una baja producción y la tercera, vinculada con la primera causa, fue porque las máquinas, como las cámaras de congelación, ya eran obsoletas.
     A nueve años del cierre de la última de las tres plantas congeladoras que tuvo el cooperativismo pesquero, porque también tuvo en operación las plantas Productos Pesqueros de Salina Cruz, propiedad del gobierno federal y Pesca Industrializa, del sector privado, que conjuntamente operaban en la zona industrial del muelle pesquero, Alberto Román Pineda lamenta el cierre de las plantas congeladoras.
     ─Con el cierre de esas plantas perdimos la oportunidad de tener el valor agregado con la maquila y dejamos de exportar al mercado norteamericano porque la empresa paraestatal Ocean Garden dejó de comprarnos y sobre todo, se perdieron más de 200 empleos ─, añadió envuelto en un dejo de tristeza y nostalgia por aquellos tiempos en que la pesca era el motor de la economía del puerto salinacrucense.
     Con el desarrollo de la industria petrolera en este puerto, que de forma vertiginosa desplazó la actividad pesquera con la implementación del muelle petrolero en la agencia de Salinas del Marqués, los pescadores vieron mermados sus ingresos e importancia en las inversiones públicas. La pesca dejó de ser la prioridad gubernamental que destinó mayores recursos a la exportación de los derivados de crudo desde el puerto de Salina Cruz. En menos de 10 años, entre la década del 2000, el muelle pesquero se convirtió en un cementerio de embarcaciones camaroneras que se pudrieron y hundieron en el mar. De aquella orgullosa flota camaronera de 250 embarcaciones, solo quedan 39, de ellas 18 aún sobreviven bajo el esquema cooperativista que reciben apoyos en diésel de Pemex para que salgan a la pesca.
     Este martes, de los 18 embarcaciones que forman parte de la Unión de Productores Pesqueros de Alta Mar, que dirige Anselmo López Villalobos, solo zarparon cinco de las viejas y anticuadas embarcaciones que solamente tienen autonomía en combustible y avituallamiento por 15 días, a diferencia de las modernas embarcaciones procedentes del Pacífico Norte, de Mazatlán, que cuentan con sistemas de refrigeración y autonomía de combustible hasta por 60 días.
     ─Conforme Pemex suministre (en plan de apoyo a la industria pesquera),
el diésel, las embarcaciones camaroneras saldrán ─, asentó el dirigente de la Unión de Productores de Alta Mar, Anselmo López Villalobos, quien añadió que el costo del avituallamiento (compra de alimentos para un promedio de siete tripulantes por barco, pintura del casco y reparaciones de la máquina y equipos de arrastre de pesca), supera los 600 mil pesos.
     De acuerdo con los estudios realizados por los técnicos del Centro Regional de la Industria Pesquera (CRIP), del puerto de Salina Cruz, para esta temporada de captura de camarón de alta mar, se espera una buena producción del crustáceo. En la temporada pasada, dijo López Villalobos, la captura del camarón de alta mar en el Pacífico mexicano fue de mil 200 toneladas.         
     ─Tuvimos una buena producción en la temporada 2013/2014, lo que nos pegó y seguirá pegando es que no tenemos plantas congeladoras y nos vemos obligados a vender el producto a otros estados, como Chiapas y ahí se va el valor agregado, porque si un kilogramo de camarón lo vendemos a 150 pesos, las plantas congeladoras las venden a 280 pesos ─, precisó López Villalobos, quien agregó que las autoridades federales estudian la posibilidad de construir en Salina Cruz, con una inversión de 18 millones de pesos, una planta para procesar entre ocho y 10 toneladas de camarón por día.
     Al margen de las prospecciones del CRIP que consideran que esta temporada será positiva, los pescadores de alta mar de Oaxaca también esperan que se eleve el precio del crustáceo tanto de consumo nacional y de exportación debido a que la producción de camarón a través de la acuacultura de Nayarit, Sinaloa y Sonora se desplomó por el fenómeno conocido como “muerte prematura”.
     ─Tenemos confianza que poco a poco la pesca de alta mar recuperará sus días de esplendor ─, puntualizó el pescador Alberto Román Pineda, quien se disponía a abordar la única embarcación de la cooperativa Santa Cruz, para hacerse a la mar en busca de los bancos del crustáceo para llevar el sustento a la familia.

     

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