jueves, 25 de septiembre de 2014

Incendian el Juzgado Civil de Juchitán

Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- Entre las 03:50 y 04:00 horas de la madrugada de este miércoles, tres explosiones que se registraron dentro del Juzgado Civil despertaron a los vecinos del andador Noche Buena del fraccionamiento Infonavit Zapandú. “Cuando salimos de la casa que vibró con las detonaciones, vimos las enormes lenguas de fuego que empezaron a alzarse por la puerta y ventanas del Juzgado. En el piso del andador y frente a las casas había un montón de pedazos de cristales. Las ventanas volaron en añicos”, relató la joven señora María del Carmen Díaz López.

     El edificio que alberga al Juzgado Civil, propiedad del Poder Judicial del Estado de Oaxaca, quedó dañado en su totalidad tras las explosiones y el incendio que fue sofocado inicialmente por los vecinos del andador Noche Buena y con la intervención de los bomberos juchitecos. Los vecinos ingresaron al patio del edificio de una sola planta con poco más de 100 metros cuadrados y destaparon la cisterna de donde tomaron el agua con cubetas para combatir el incendio.

     Las mujeres que habitan las viviendas marcadas con los números siete, ocho y nueve del andador Noche Buena también ayudaron, aunque después tuvieron que poner a salvo a unos seis niños que se estaban sofocando por la densidad del humo negro provocado por la quema del plafón colocado en el techo del edificio.

     El titular del Juzgado Civil, el abogado Gabriel Aguayo Olivas había trabajado en su privado hasta las 12 de la noche. “Había terminado de revisar los proyectos de acuerdos elaborados por la secretaria del Juzgado y después me retiré”, dijo. Cuatro horas después sobrevinieron las explosiones.

     Tras el incendio, los peritos de incendio, planimetría, fotografía y construcciones de la Sub Procuraduría de Justicia ingresaron al edificio y constaron que todo el mobiliario y equipo de trabajo fue consumido por el fuego. Se quemaron 12 computadoras, cinco máquinas mecánicas de escribir, 12 escritorios, más de 20 sillas acojinadas, dos climas y un ventilador, así como una parte significativa de los archivos que contenían cheques, pólizas, contratos y escrituras de los más de 400 expedientes en proceso de trámites como los juicios de nulidad y disputa de bienes muebles e inmuebles conocidos como juicios reivindicativos.

     A luz del día de este miércoles, los vecinos dijeron que confirmaban sus sospechas de que al menos tres artefactos explotaron dentro del edificio que albergaba al Juzgado Civil. La cancelería superior de la puerta principal de acceso, después de cruzar el barandal, mostraba los efectos de una onda expansiva al separarse de la barra frontal y mostrar una abultada deformación de adentro hacia afuera.

     Vecinos que pidieron el anonimato, dijeron que antes de las explosiones, oyeron los ladridos de los perros y que al salir de sus viviendas vieron huir a dos personas del sexo masculino por la parte trasera del edificio, pegada a una cancha de basquetbol que lo mismo se usa para fiestas que para la práctica del deporte.

     El titular del Juzgado Civil, el abogado Gabriel Aguayo Olivas indicó que tras conocer lo que ocurrió, el Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia se reunió de inmediato en la capital oaxaqueña para determinar si se habilita un espacio alternativo para que no se retrase la atención a los justiciables, siempre y cuando se recuperen los expedientes que no sufrieron daños con las explosiones y el posterior incendio.

     Por su parte el sub procurador de Justicia en el Istmo, Víctor Altamirano dijo que no descartará ninguna línea de acción para determinar las causas del incendio, mientras que el director municipal de Protección Civil, Manuel Niño Marín López destacó que el medidor de la CFE ubicado fuera del edificio no mostraba daño alguno. “Algo explotó adentro con tanta fuerza que lanzó los pedazos de vidrio más de cinco metros y llegaron a la acera de las viviendas de enfrente”, precisó.

     Los 14 trabajadores del Juzgado Civil, incluido su titular, se concentraron en un domicilio ubicado frente al edificio dañado por las explosiones y el incendio y en ese lugar estuvieron explicando a los abogados que acudían a sus trámites que no estaban en condiciones de atenderlos debido a que el edificio presentaba severas afectaciones y porque los sellos y expedientes estaban hecho cenizas.


   
    


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