sábado, 14 de junio de 2014

Suspenden servicios de Salud en el Istmo


Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- En la cama 23 del hospital civil “Macedonio Benítez Fuentes”, don Gonzalo Ruiz, un campesino juchiteco de 69 años de edad, con una bolsa de suero conectado a una de sus venas, espera impaciente una cirugía de la vesícula. Ingresó la noche del miércoles. Iba ser operado este viernes, pero un paro de labores en el sector salud lo ha impedido y sus familiares, que medio desayunan y comen en la calle y duermen en la sala de espera de urgencias, no saben para cuándo terminará la protesta de los médicos, enfermeras y personal administrativo.
     Desde hace 15 días comenzó la jornada de protestas con un paro en las áreas administrativas en la mayoría de las 142 unidades médicas que forman parte de la Jurisdicción Sanitaria número dos del Istmo de Tehuantepec. A partir del pasado lunes nueve de este mes, la protesta se generalizó con la suspensión de todos los servicios médicos, como cirugías programadas y consultas externas, excepto la atención en el área de urgencias.
     “No sabemos cuándo van a operar a mi papá. Nos dijeron que hoy (viernes), pero por el paro ahorita solo le están dando suero y sus medicinas para su vesícula. Tiene piedras (cálculo) y le duele”, reveló Martín Ruiz, entre bocados de tortillas remojadas en jugo de bistecs que le preparó su esposa. Martín es hijo de don Gonzalo, hospitalizado en la cama 23 del “Macedonio Benítez Fuentes”.
     En la entrada principal del nosocomio, las dos enormes puertas de grueso cristal están cerradas. Las puertas del lado derecho, están atrancadas por fuera con una larga y resistente tabla de madera. No hay dinero para arreglarlas. Pegadas por dentro, varias cartulinas de color blanco y naranja tienen escritas varias leyendas, entre ellas, pidiendo disculpas y comprensión por el paro laboral.
En el abandono
     Parece inverosímil, pero de acuerdo con las denuncias y peticiones de los trabajadores que laboran en el Istmo de Tehuantepec, en los cuatro hospitales generales de los Servicios de Salud de Oaxaca no cuentan con equipos para las cirugías, tampoco con reactivos para los laboratorios, material quirúrgico y bolsas de soluciones (suero). Cuentan con equipos de rayos X, pero están descompuestos y en los 114 centros de salud rurales y en los cuatro centros de salud ubicados en las zonas urbanas, las medicinas escasean y los médicos así como enfermeras no son suficientes.
     Por el paro de los trabajadores de los Servicios de Salud pertenecientes a la Jurisdicción Sanitaria número dos del Istmo, don Andrés Candelaria, de San Pedro Tapanatepec, tampoco ha sido sometido a una cirugía de la próstata. A sus 78 años, acompañado de su nieta Mirel Galván, ama de casa que le da posada en esta ciudad, espera su traslado a Pochutla para que sea operado en el hospital de esa población costera. No sabe para cuándo irá porque con el paro el área donde se agenda el traslado permanece cerrado.
     En los cristales de las dos puertas del área de urgencias, donde recargados a las paredes o sentados en el piso descansan familiares de los pacientes, también hay letreros como el que consigna que las citas en consulta externa se atenderán hasta nuevo aviso y cartulinas que detallan que “motivo del paro no se realizarán las cirugías programadas”, El director del hospital, Jerónimo Ramírez Luis, explicó que al menos se programan entre cinco y seis cirugías al día. Del lunes al viernes al menos 25 cirugías, como la de don Gonzalo Ruiz, se han suspendido.
     Como resultado del paro, la atención en las 142 unidades médicas establecidas en el Istmo de Tehuantepec ha disminuido y los pacientes llegan al hospital “Macedonio Benítez Fuentes” en espera de que sean admitidos, pero la capacidad del nosocomio está rebasado. “Como 85% de las 60 camas están ocupadas”, dijo la trabajadora social, Liliana González Fernández, quien lidia con los pacientes y familiares que pelean por el ingreso. “Cada día hay unos 25 ingresos en el área de urgencia, pero como está el paro, el área administrativa donde se cobra 118 pesos por el ingreso urgente, está cerrado y la gente no paga” y eso afecta la economía del hospital que se queda sin dinero para comprar los materiales quirúrgicos elementales.
     Bajo ese panorama, el área de urgencias del hospital es un hervidero de pacientes y sus familiares que con desesperación observan la llegada de ambulancias como la de los bomberos de esta ciudad que a cada momento traen accidentados como la joven Flor de Lis Laureano Gutiérrez, quien ingresó al nosocomio tras la volcadura que sufrió al medio de este viernes el mototaxi en que viajaba. “El diagnóstico es posible lesión de la cadera”, señaló el paramédico Roberto Blas, quien auxilió a la paciente.

     Los representantes sindicales de los trabajadores de los Servicios de Salud de Oaxaca están en la capital. Tienen la solidaridad de todos los administrativos de la entidad que también están en paro desde hace 15 días y nadie sabe para cuándo se normalizará la atención médica en esta jornada de protestas donde todos sufren.

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