jueves, 12 de junio de 2014

El mercado de Juchitán: del bullicio al silencio

Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- El mercado de esta ciudad zapoteca está en silencio. Como una gigantesca mole de piedra adormilada, con sus entrañas y vericuetos solitarios. El griterío de sus mujeres envueltas en huipiles coloridos y con chongo del cabello adornado de tulipanes rojos y amarillos desapareció. La soledad se realza bajo el cielo nublado, frente a las casetas cerradas y ante los impenetrables comercios con la cortina de acero al pie del piso.
     Martes 10 y miércoles 11, no fueron días normales en la vida comercial del mercado que lleva por nombre “5 de Septiembre”, que recuerda la fecha en que gloriosos, los zapotecos encabezados por Albino Jiménez, Petrona Esteva, la popular Tona Tati, entre otros, lograron que los fieros soldados franceses mordieran el polvo en 1866.
     Aunque con la resistencia de algunas mujeres zapotecas, las comerciantes aceptaron de común acuerdo con las autoridades, que durante esos dos días el mercado construido a principios de los años 70, fuera cerrado para una limpieza general, incluyendo la fumigación y la revisión de sus sistemas de electricidad, agua potable y el drenaje.
     En el ajetreo de las tareas de limpieza y fumigación, la regidora de Salud del ayuntamiento juchiteco, Maritza Linares, expresó su sorpresa por la gran cantidad de basura y cajas de cartón y madera, sin utilidad alguna, estuvieran bajo el cuidado de las comerciantes de dentro y fuera del mercado. “Sacamos más de cinco camiones de volteo de ese tipo de materiales”, reveló.
     Personal de la regiduría de Salud, de la Dirección de Mercado, de Protección Civil y Bomberos realizaron la titánica tarea de limpieza con el respaldo de los elementos de Vialidad Municipal y de los policías municipales, quienes, junto a reporteros y curiosos, parecían fantasmas en medio de la imponente soledad proyectada por esa mole de piedra y cemento en estado somnoliento.
     En las entrañas del mercado, visto desde cualquiera de sus seis entradas cerradas con puertas de impenetrables barrotes, el silencio es fuerte, imponente. Alrededor de la gran mole adormilada, como grandes tentáculos de mesas de maderas, casetas de alambre frágil, las avenidas  “2 de Abril”, al oriente, “Juárez”, al sur, “16 de Septiembre”, al poniente y “Efraín R Gómez”, al norte, dan la impresión que de la noche a la mañana encontraron la medicina ansiada para ampliarse, verse grandes, anchas y apacibles: Sin puestos ambulantes y sin vehículos con impacientes conductores, sin moto taxistas que rebasan por la derecha y sin triciclos pedaleados en sentido contrario.
     Tras la fumigación, plagas de insectos, roedores y diversos tipos de fauna nociva fueron abatidos. Las autoridades anunciaron que para este jueves 12, el mercado “5 de Septiembre” abrirá sus puertas y entonces, sus entrañas y enormes tentáculos externos recobrarán la vida como la avenida Juárez, que hoy luce sus esqueletos de madera, mañana (hoy), el bullicio estallará con la venta de pescados secos y frescos, camarones, huevos de tortuga, café de San Juan Guichicovi, chiles de San Mateo del Mar, iguanas, conejos, palomas de monte y armadillos, al igual que la avenida “16 de Septiembre, donde por las noches se toma el bupu (espuma de cacao y atole blanco), y que por las mañanas se alegra con la música que cotidianamente obsequia el popular “Galáctico”, menos conocido como Marcos Trujillo, desde su modesto puesto de madera junto a uno de los imponentes arcos del palacio municipal.
     El mercado “5 de Septiembre”, que muestra su variedad de olores, colores y sabores, renacerá con el gusto de sus habituales y extraños visitantes, como doña Griselda Santiago Espinoza, una profesora que expresó su beneplácito por la limpieza, aunque exigió que más continua la fumigación “porque luego en otros lugares dicen que los juchitecos somos sucios”.


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