jueves, 28 de noviembre de 2013

Otro fantasma en Otoño

JUCHITÁN INFORMA
Reapareció el fantasma
Alberto López Morales
     En el otoño de 2005, un grupo de ex dirigentes de la sección 22 del SNTE documentaron presuntos actos de corrupción cometidos por su entonces secretario general, Enrique Rueda Pacheco, quien en cada oportunidad ante los medios se mostraba más marxista que Carlos Marx.
     Faltaban unos ocho meses antes que dieran la estúpida orden para que desalojaran a los maestros el 14 de junio de 2006 del Zócalo de la capital. Eran los tiempos del inolvidable V (quinto) Pre pleno de la sección 22 del SNTE.
     Enrique Rueda Pacheco,  en Santiago Laollaga, tierra de Humberto Alcalá Betanzos, ex dirigente de la sección 22, fue acusado de recibir dinero del gobierno oaxaqueño y de beneficiar a empresas de sus familiares que vendían productos de electrodomésticos y hacían viajes turísticos.
     La acusación no prosperó. Algunos líderes me dijeron después que no pasó porque “había que cuidar la unidad del movimiento magisterial por encima de cualquier sospecha “. Se aplicaron entonces los principios rectores contra los acusadores de Rueda Pacheco.
     Ex dirigentes de la sección 22, como Humberto Alcalá Betanzos y Alejandro Leal, así como otros líderes magisteriales, entre ellos Joaquín Echeverría y Miguel Silva Selvas, terminaron siendo expulsados del  movimiento magisterial de Oaxaca.
     Le tocó al entonces gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, la primera gran crisis de la sección 22 del SNTE. A URO le tocó la explosión del movimiento popular que sacudió a la entidad. Por una o varias razones, URO unió a todos en su contra durante el 2006. Usted sabe la historia.
     A finales del 2006, tras un largo paro del magisterio, nació el Consejo Central de Lucha. El CCL que dio paso a la Comisión Ejecutiva de lo que ahora es la sección 59. Autoridades municipales y comités de padres vieron en el CCL la oportunidad de abrir o crear escuelas con él.
     Debilitado, cuestionado y sin liderazgo, Rueda Pacheco llegó al 2007. Presidió la primera asamblea estatal en Huajuapan de León y en la segunda asamblea estatal, que se realizaría el 17 de febrero, envió su renuncia al cargo a través de una carta leída ante los delegados.
     Entre el Pre Pleno, que debía discutir temas académicos, como la propuesta educativa de la sección 22 y la llegada de URO al gobierno de Oaxaca, la sección 22 del SNTE  fue envuelta en una vorágine de miedos por el fantasma de la división a partir de la presunta corrupción de sus líderes.
     Han pasado ocho años. Es el otoño de 2013. Tras el largo paro magisterial que cimbró el DF y dejó sin clases a un millón 300 mil alumnos en 13 mil planteles, hay voces que cuestionan los liderazgos de la sección que no pudo echar atrás la reforma educativa.
     Son las voces que apuestan a la intolerancia. Las mismas voces que desoyeron los presuntos actos de corrupción de sus líderes en el 2005. Son las voces que apuestan a la confrontación. ¿A qué juegan? ¿Al servicio del poder o al servicio de la educación?
     Es el fantasma del 2005 el que empuja a los maestros, para que sin freno, recuperen con violencia las escuelas, con una sola  finalidad: salvarse de la hoguera de los arrepentidos. Para que el fuego de la corrupción, no alcance o toque a nadie.
      Y en medio de esa lumbre, da risa la respuesta de Gabino Cué, quien llamó a deponer la violencia, la que no ha sabido contener  y que le ha estallado en la cara.
@alberticolopez


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