miércoles, 30 de octubre de 2013

Zapotecas reciben a sus muertos en Biguie'

Alberto López Morales
Elaboración del Biguie'
     JUCHITÁN, Oax.- Biguie’ es el nombre del calendario religioso de los Binigula’za (hombres nubes) y fieles a su tradición, en esta fecha del 30 de octubre, las familias juchitecas recibieron a sus muertos con ofrendas colocadas frente a la mesa del santo o Mexa’ Bido’.
     “Los zapotecas se resisten a aceptar la imposición que hizo la iglesia católica para honrar a los muertos con las celebraciones de Todos Santos y los Fieles Difuntos y mantienen vivo el Biguie’”, dijo Tomás Chiñas Santiago, mientras construía un retablo de platanares en el centro de su casa.
     El ambiente del Biguie’ y del Xandu’, la zapotequización de Todos Santos, comenzó a sentirse en esta ciudad del sur de Oaxaca, desde el 22 de octubre, cuando comenzaron los rezos para preparar el regreso de quienes murieron más de tres meses antes de este 30 de octubre.
Entre Biguie' y Altares no faltan el pan, las flores y las frutas
     Durante este día, mujeres zapotecas llegan a la casa de la familia Santiago Chiñas y llevan veladoras, flores de cempasúchil y una aportación económica, por lo general de 50 pesos, que entregan a los deudos de don Rafael Chiñas, quien falleció en marzo de este año.
     En algunos hogares, hay Biguie’, que consiste en un retablo rústico alzado sobre cuatro tallos de platanares, de donde cuelgan, panes con el nombre del fallecido, frutas como naranjas, mandarinas, manzanas y plátanos. Abajo, hay veladoras, velas, cervezas, mezcal, tamales y dulces.
     En otras casas, como la de la señora María Cira Jiménez, se confeccionan altares adornadas con papel china color morado en donde se coloca la imagen del fallecido, además de frutas, flores, panes, veladoras, tamales de mole negro con pollo.
     “Las ofrendas son para que los difuntos disfruten su estancia a su regreso al mundo terrenal. Después, el dos de noviembre, esos panes, frutas como la caña que en forma de arco se coloca en la puerta principal de la vivienda, se comparte con las mujeres que asistieron a los rezos”.
     El centro de la ciudad y sus calles cercanas ofrecen un escenario festivo. Las mujeres zapotecas de pueblos vecinos, como San Blas Atempa y Unión Hidalgo, venden ramos de cempasúchil, de la flor morada llamada cresta de gallo, caña, cocos y tallos gruesos de platanares.
     Las mujeres zapotecas de esta ciudad completan la escenografía con la venta de panes de muerto, calaveras de azúcar, naranjas, mandarinas, limas. El ambiente se cubre con el olor del incienso que el suave viento dispersa hacia el sur.
      Durante la noche de este 30 de octubre, en las casas de las familias que viven al sur de la ciudad, la familia recibe la visita de sus vecinos y juntos esperan la llegada del fallecido. Comen los tamales de mole negro, toman café o mezcal.
Biguie', una tradición milenaria de zapotecas
     Para este jueves 31, el rito del Biguie’ se repite en los hogares que se ubican en la parte norte de la ciudad. Incansables, las mujeres zapotecas recorren las calles. Dejan que el viento juegue con sus enaguas porque tienen las manos ocupadas con flores y veladoras.




   


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