domingo, 29 de septiembre de 2013

Pescadores y palmeros afectados por lluvias claman por empleos

Alberto López Morales
Playa Vicente, cubierto de agua
     JUCHITÁN, Oax.- Pescadores de Playa Vicente y palmeros de Unión Hidalgo, afectados por las lluvias, pidieron la ayuda de las autoridades para que sean incluidos en un programa de empleo temporal, debido a que sus áreas de trabajo se encuentran aún inundadas.
     En Playa Vicente, agencia de esta ciudad zapoteca del Istmo de Tehuantepec, hay cerca de 70 palapas cubiertas de agua. “Desde el 15 de septiembre todo se inundó y no podemos vender nada”, narró angustiada doña Luz María Gutiérrez Zavala, madre de cinco hijos pequeños.
     Los pescadores tampoco han podido salir a la pesca en la Laguna Superior, dijo el agente municipal, Faustino Luis Martínez, quien recordó que en la temporada vacacional de Semana Santa, tampoco tuvieron ventas porque un grupo de antieólicos bloqueó el camino.
     “En la Semana Santa no tuvimos ingresos porque algunos pescadores y campesinos que se oponen a la construcción del parque eólico propiedad de la empresa Gas Natural Fenosa cerró el acceso en Playa Vicente y  ahora con las lluvias estamos peor”.
     Para mitigar la falta de empleos e ingresos, la dirección de la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC), entregó despensas y colchonetas del Fonden a la población afectada. “Entregamos 150 paquetes de víveres”, informó el subdirector de la UMPC, Daniel Morán Pineda.
El Palmar, inundado
Laureano Toledo dijo que las lluvias dañaron la palma
     En la comunidad zapoteca de Unión Hidalgo, distante a unos 250 kilómetros al sureste de la capital oaxaqueña, cerca de 80 jefes de familia que se dedican al corte y venta de la palma, tienen 15 días sin ingresar a su área de trabajo que se encuentra inundado.
     “Las lluvias dañaron la palma, miles de piezas que deberíamos vender en Puebla y Huajuapan, donde elaboran cestos, canastas, tenates, bolsas y accesorios como carteras, con la palma, se pudieron con la lluvia y la humedad”, reveló Laureano Toledo, conocido como “El Palmerito”.
     Cada uno de los palmeros gana al mes un promedio de dos mil 500 pesos con la venta de la palma confeccionada en cinta o trenza, blanca o con tintes. “Ahora no hemos vendido nada y tampoco podemos ir al corte porque todo El Palmar, unas 800 hectáreas, sigue inundado”.

     “Queremos que la gente de gobierno mire hacia nosotros y ojalá nos den un apoyo del programa de empleo temporal porque la cosa está muy crítica y no sabemos cuándo bajará el agua en El Palmar”, dijo Laureano Toledo.

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