miércoles, 31 de julio de 2013

Polín de Gyves, en el banquillo de acusado


A su salida del Juzgado, Polín de Gyves de la Cruz anunció una larga lucha por la tierra
Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- Bajo cinco cámaras de seguridad incrustadas en el techo radiante de luz blanca emanada de 33 lámparas que transparentaban la iluminación en la amplia sala de unos 100 metros cuadrados quizá, comenzaba la audiencia de imputación de la causa penal 133/2013.
     Era como 10 minutos después de las 12:00 horas del martes 30 de julio. Un caluroso día de  verano, aunque adentro, en la sala, no se sentía. Dos equipos de aire acondicionado refrescaban la atmósfera que sugería cerrar los ojos, dormir y soñar, sino fuera por ellos, los de la causa 133.
     Ahí, en lo que en el lenguaje judicial se le conoce con el nombre del banquillo del acusado, Leopoldo de Gyves de la Cruz, ex presidente municipal de Juchitán (81/82) y (99/01), se disponía a responder una serie de preguntas formuladas por el Juez Pablo Escobar García.
     -¿Nombre? -Le interrogó el Juez. –Leopoldo de Gyves de la Cruz, -respondió.
     -¿Tiene algún apodo? -Polo, -dijo.
     -¿Edad? -61 años, señaló de inmediato.
     -¿Profesión? -Gestor social, apuntó el que también dirigente de una de tantas fracciones en que se ha dividido la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo. La COCEI que, en 1981, aliada con el desaparecido Partido Comunista Mexicano (PCM), hizo ganar a Polín de Gyves, por primera vez, la alcaldía juchiteca.
     -¿Ingresos económicos? –Tres mil pesos semanales, -confió.
     -¿Escolaridad? –Segundo año de medicina, -reveló.
     Comenzaba así la primera audiencia de imputación de la causa penal 133/2013 promovida por Mario Bustillo Cacho, como representante de la empresa “Arquitectos AM&M S.A. de C.V.”, en contra del ex alcalde juchiteco, Leopoldo de Gyves de la Cruz, bajo el sistema del Juicio Oral.
     Afuera del Juzgado de Garantías, unas 200 personas, entre mototaxistas, habitantes de colonias populares y familiares de ex ferrocarrileros jubilados y fallecidos, iniciaban también un plantón sobre la avenida  Ferrocarril bajo el fuerte sol veraniego.
     Adentro, acompañado de sus defensores de oficio, Abel Monjarraz y Alma Delia Gregorio, Leopoldo de Gyves de la Cruz, vestido con una camisa delgada color melón tenue y pantalón de mezclilla, y el rostro enrojecido, escuchaba la acusación formulada por el Fiscal.
     El Fiscal del Sistema Acusatorio Adversarial, conocido, Arturo de Villanueva Martínez Zurita lanzó la imputación: Despojo agravado de 20 hectáreas de tierras, postuló la pena: hasta 14 años de prisión y exigió además la inmediata devolución del predio ocupado el 28 de enero de este año.
     Durante la extensa exposición del Fiscal, quien presentó testimonios de los testigos ofrecidos por Mario Bustillos Cacho, fotografías y peritajes de avalúo sobre el valor estimado del predio en 112 millones de pesos, Leopoldo de Gyves de la Cruz, por ratos sonreía y a veces se veía aburrido.
     Por momentos Polín de Gyves cruzaba la pierna derecha sobre la izquierda, en otros se llevaba la palma de la mano derecha sobre la mejilla del mismo lado, luego se pasaba los dedos sobre las sienes y sobre las cejas. Daba la impresión de que ya quería hablar.
     Agotada la argumentación del Fiscal Martínez Zurita, cerca de las 13:15 horas, el Juez Escobar García preguntó a De Gyves de la Cruz si deseaba declarar. Dijo que sí, dejó su lugar y se acomodó en el estrado ubicado en el ala oriente de la sala 2, donde 16 personas atestiguaban la audiencia.
     Polín de Gyves se disponía a leer un texto de cinco cuartillas que al inicio de la audiencia sus colaboradores ya habían adelantado a los periodistas. Y ahí se registró una breve discusión sobre la técnica jurídica en los juicios orales.
     El Juez le dijo que estaba ahí para hacer una declaración espontánea. La lectura de mensajes escritos no es admitida en el Juicio Oral. No tiene validez. Solo los peritos están autorizados a leer fichas y datos. El imputado, no, le reconvino el juzgador.
     Incómodo, Leopoldo de Gyves respondió que no iba a recordar, fechas, números, lugares y nombres incorporados en su texto elaborado previamente. Reclamó por qué el Fiscal leyó o se apoyó en la lectura de los testimonios de los testigos.
    El Juez Escobar García preguntó al Fiscal Martínez Zurita si accedía a que el imputado De Gyves de la Cruz leyera su declaración. Se opuso. “Si se permite que el señor Leopoldo lea su declaración se vulnerará el sistema acusatorio Adversarial. Está prohibido”, añadió.
     Polín de Gyves recuperó aplomo ante el reto y advirtió que litigaría el caso ante los medios y en las plazas. El Juez cedió, pero le adelantó, con toda claridad, que como juzgador, él no consideraría dicha lectura como una declaración.
    En el documento leído, Polín de Gyves admitió que el 28 de enero de este año, “alrededor de las 17:00 horas, un grupo numeroso de ex trabajadores ferrocarrileros y sus familiares, encabezados por María Luisa Morales Peralta, Abelardo Pineda y yo, ingresamos a los terrenos”.
     Recordó que en un encuentro realizado en Oaxaca, el siete de febrero, con el subsecretario, José de Jesús Silva, el demandante Mario Bustillo Cacho admitió que no tiene la escritura de compraventa del predio en cuestión.
    Pidió además que “la parte acusadora acredite su propiedad sobre esos bienes”, solicitó la comparecencia el subsecretario José de Jesús Silva, como testigo de diálogo y de José Manuel Valencia, hijo del ex tesorero del Patronato Pro Planta de Impregnación Marciano Valencia.
     Leopoldo de Gyves solicitó también a la Fiscalía que “investigue los nexos que existen entre el ex gobernador José Murat, el ex presidente del Congreso local, Juan Díaz y el ex presidente del Concejo Municipal, Héctor Matus, con Mario Bustillo Cacho”.
     “Solicito a la Fiscalía que investigue si hubo abuso de poder y tráfico de influencias en la adquisición de los terrenos de la Planta de Impregnación de Maderas”, leyó De Gyves de la Cruz, en su defensa.
     El ex alcalde juchiteco fue interrumpido en dos ocasiones por el Juez, quien consideró que De Gyves de la Cruz dejaba de lado su declaración. “Estamos en una declaración judicial. Declare los hechos del 28 de enero y no traiga aquí un discurso”, le ordenó.
     Antes de concluir, propuso “un acuerdo social que restituya la legalidad” en la figura de bienes comunales de Juchitán y aclaró que él ya no está en posesión, desde el tres de mayo, del predio donde se formó la colonia popular Jesús García.
     El Juez citó para continuar con la audiencia a las 12:00 horas del viernes dos de agosto, luego que Leopoldo de Gyves solicitó la ampliación del término constitucional para que ofrezca las pruebas a su favor.
     A su salida del Juzgado y ya en su ambiente pleno, desde la batea de una camioneta, expuso ante los suyos, que esperaron dos horas bajo el sol a que terminara la audiencia, que viene un largo proceso por la defensa de la tierra y…por su libertad.



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