Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- Antes de dormir esta noche, “le pediré a Dios que “le dé luz, sabiduría y fortaleza a Josefina Vásquez Mota para que gane la elección presidencial”, afirmó el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes.
Lona Reyes no esperó los resultados oficiales. “Para qué, si todo indica que ella ganó por amplio margen el proceso interno. Ella es mi candidata y voy a pedir que la apoyemos porque es una mujer competente que merece mis respetos”, señaló esta noche el prelado.
Josefina Vásquez Mota, recordó Lona Reyes, es una mujer que desde sus primeros años de vida se mostró comprometida con los indígenas de Oaxaca. “Ella vivió seis meses en la comunidad zapoteca de Unión Hidalgo, aquí en el Istmo”, rememoró.
A los 14 años de edad, Vásquez Mota, invitada por las misioneras franciscanas de la iglesia católica estuvo en Unión Hidalgo, donde “me acompañó a visitar a las comunidades indígenas del Istmo de Tehuantepec”, dijo Lona Reyes.
“Sé que el voto es secreto, pero quiero decir que Josefina Vásquez Mota, como mujer íntegra, comprometida con las comunidades indígenas, cuenta con mi apoyo y sé que con su visión va a ganar las elecciones”, sentenció el llamado obispo de los pobres.
Tras conocer que Josefina Vásquez Mota ganó la elección interna del Partido Acción Nacional (PAN), Lona Reyes dijo que respeta el esfuerzo de Andrés Manuel López Obrador, pero que confía en el triunfo de la virtual aspirante panista. “Del otro candidato (Peña Nieto), mejor no digo nada”.
El 24 de noviembre Josefina Vásquez Mota estuvo en el puerto istmeño de Salina Cruz y tuvo como invitado especial al obispo emérito Lona Reyes quien recordó que a los 14 años de edad, la aspirante panista había conocido la pobreza y el dolor de los indígenas zapotecas.
Durante ese acto proselitista, Vásquez Mota invitó a los señores Óscar Marín y Martha Martínez, con quienes convivió en 1975, las penurias de las etnias oaxaqueñas y reveló que conoció al prelado el día que cumplió cuatro años como obispo en Tehuantepec.
En esa ocasión, de la mano de Lona Reyes, Vásquez Mota confesaría que gracias a su madre supo que su abuela, una mujer poblana, le heredó el gusto por el oaxaqueño e inmortal vals “Dios Nunca Muere”, que comienza con “Muere el sol en los montes/Con la luz que agoniza/Pues la vida en su prisa/Nos conduce a morir”.
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