Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- El Comité Nacional para la Defensa de los Chimalapas advirtió que el acuerdo de distensión en la zona limítrofe entre Chiapas y Oaxaca, suscrito el 22 de diciembre en la Secretaría de Gobernación, corre el riesgo de que se rompa ante el incumplimiento del gobierno chiapaneco.
En un comunicado, los coordinadores del Comité para la Defensa de los Chimalapas, Luis Bustamante Valencia y Miguel Ángel García Aguirre, denunciaron que el gobierno de Chiapas aún mantiene a su policía en la zona donde los zoques reclaman la posesión de 47 mil hectáreas de tierras comunales.
García Aguirre destacó que de acuerdo con los informes de los chimalapas que viven en las congregaciones de Benito Juárez y San Antonio, los policías de Chiapas ubicados en el paraje conocido como El Quebrachal realizan revisiones anticonstitucionales a los vehículos y personas procedentes de ambas localidades que pertenecen a San Miguel Chimalapa.
En el comunicado, el Comité para la Defensa de los Chimalapas denunció que lejos de promover la pacificación en la zona del conflicto agrario, el pasado primero de enero el secretario general del gobierno chiapaneco, Noé Castañón, acudió a Rodulfo Figueroa, a darle posesión al presidente del Consejo Municipal de Belisario Domínguez, un nuevo municipio chiapaneco asentado en territorio oaxaqueño.
Los coordinadores del Comité Nacional para la Defensa de los Chimalapas pidieron al titular de la Segob para que en su condición de garante del cumplimiento de los acuerdos, realice las acciones necesarias para que el gobierno de Chiapas cumpla los puntos establecidos en el acuerdo de distensión integral en la zona donde Chiapas y Oaxaca disputan 47 mil hectáreas de bosques.
El Comité por la Defensa de los Chimalapas demandó además al gobierno de Chiapas de que no interfiera en el diálogo llamado de campesino a campesino, propuesto por las comunidades chimalapas, como vía para resolver mediante la conciliación el añejo conflicto agrario.
Si el gobierno de Chiapas mantiene el incumplimiento de los acuerdos, se corre el riesgo de que el acuerdo de distensión sea letra muerta y renazca el clima de tensión que durante 58 días, a partir del 20 de octubre, mantuvo en vilo la paz en la zona limítrofe entre Chiapas y Oaxaca, advirtió Miguel Ángel García Aguirre.
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