jueves, 18 de agosto de 2011

Las pantaletas de la alternancia y la reelección


JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales

     En Oaxaca, las protestas no cesan.

     Hay para todos los gustos, como las marchas, los plantones, los bloqueos de carreteras y vialidades, quemas de vehículos, retención de funcionarios, secuestro de autobuses, tomas de oficinas y hasta la singular puesta en escena de tendederos con calzones femeninos frente al palacio del gobierno estatal.

     Las protestas no cesan porque la inconformidad social prevalece.

     Como en los viejos tiempos del salinismo con la clásica frase de: Ni los veo ni los oigo, en Oaxaca la respuesta es el silencio o se le etiqueta como una manifestación más del dinosaurio que se resiste a morir, pero que sirve para avalar las decisiones autoritarias disfrazadas con el ropaje ciudadano.

     La cacareada alternancia, después de 80 años de gobiernos priístas, parece que no fue tal. Los mismos hombres y nombres del pasado, las mismas prácticas de antaño y las mismas ambiciones políticas de la época priísta están presentes.

     El gobernador Cué, creció en la cultura del PRI. Jesús Martínez Álvarez, fue gobernador interino priísta, la que le dejó su lugar, Irma Piñeyro, abrevó del PRI y estuvo a punto de ser senadora, si no se le hubiese atravesado en el camino Cirila Sánchez, comadre de Salinas. Diódoro Carrasco, fue gobernador de Oaxaca por el PRI. Bernardo Vásquez, creció al amparo del poder al lado del ex gobernador priísta Pedro Vásquez. Benjamín Robles Montoya fue priísta en Michoacán. Carlos Altamirano, trabajó en la presidencia priísta de Zedillo. Los nombres y los hombres que influyen en la vida de Oaxaca, pues, nacieron en el PRI.

     De todos ellos, ¿el director del IEEPO Bernardo Vásquez habrá tenido la tentación de ir a bajar las pantaletas que colgaron frente al palacio Ernestina Martínez y Míriam Velasco, que han denunciado hasta el cansancio de que han sido víctimas del acoso sexual por parte del director de Proyectos Educativos del IEEPO, Timoteo Agustín Chávez, protegido del diputado (Im) Perfecto Mesinas?

     El tendero con las pantaletas frente al palacio podría lograr lo que la poderosa sección 22 del SNTE aun no alcanza, es decir, la renuncia de Vásquez Colmenares al frente del IEEPO, si la alternancia fuese auténtica. Sin embargo, el señor recorre la entidad con vales de uniformes en la mano, echándose baños de pueblo, por si acaso Oaxaca le suplica que por favor nos represente en alguna curul en San Lázaro.

     Ya los académicos han dejado en claro, hasta el cansancio, que la ruptura del PRI desde los tiempos de don Heladio Ramírez, prohijó y nutrió con el paso de los años a las nuevas y viejas formaciones políticas pero con la misma clase política que terminó por colonizar a los partidos que ahora (des) gobiernan en Oaxaca.

     Por esa simple razón, las pantaletas podrán seguir colgadas en el tendero en lo que resta del año, con el claro riesgo de que se descoloren por efectos del calor, la humedad y el paso del tiempo, y sobre todo por la sordera, la insensibilidad y la impunidad que en Oaxaca ya tiene tiempo que obtuvo carta de naturalización.

     Y frente al colorido tendedero de las prendas íntimas femeninas que simbolizan el impune acoso sexual en una institución que se supone fomenta principios y valores de igualdad, respeto y educación, la diputada panista Marlene Reyes Aldeco Retana, quien también abrevó de la cultura priísta y que como Convergente formó parte de la 59 legislatura local que fue calificada como la de la simulación, presentó una iniciativa para modificar el artículo 75 de la constitución política de Oaxaca que dice expresamente: El ciudadano que haya ocupado el cargo de Gobernador del Estado, por elección ordinaria o extraordinaria o con el carácter de interino, provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a ocupar el cargo de Gobernador en cualquiera de sus modalidades.

     Ese párrafo al 75 constitucional fue introducido durante el mandato de Heladio Ramírez López, para cobrarse las afrentas políticas del llamado Grupo Oaxaca que nunca le perdonó al “Hijo de Sata María Ayú” que le comiese el mandado político y tuvo como destinatario final a ¡imagínense!, don Jesús Martínez Álvarez, quien en 1985 fue gobernador interino en sustitución de Pedro Vásquez Colmenares. Don Jesús, ya se sabe, está de vuelta en Oaxaca como responsable de la política interna.

     Veintitantos años después, la diputada panista Marlene Reyes Aldeco sacudió a la clase política oaxaqueña con su iniciativa para modificar el 75 constitucional. “No a la reelección”, dijeron unos. “Que se someta al referéndum”, clamaron otros. “Los diputados no deben legislar al capricho personal”, consignaron varios.

     Si el párrafo introducido al 75 de la Constitución Política local en los tiempos de Ramírez López fue destinado a Martínez Álvarez, ¿la modificación propuesta por Aldeco Reyes Retana tendrá como destinatario al ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano? Hasta ahora, el ex priísta/salinista/zedillista y ahora panista solo ha confesado que buscará un escaño en el Senado de la República.

     Y hasta ahora, el proclamado gran cambio que traería paz y progreso para Oaxaca no llega y lo que es espectacular es que unos chones femeninos colgados del tendedero del palacio, convertido a veces en cocina, y una iniciativa de ley que no oculta la pasión para el retorno de los puros al poder formal, revelan que la alternancia ni siquiera da para llamarse así, menos para empujar la transición, sino que apenas le alcanza para rejuvenecer al gatopardismo.
twiter@alberticolopez
Juchitán Informa www.sterosur.com (lunes a viernes de 8  9 hs)

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