miércoles, 31 de agosto de 2011

Roban chiapanecos resina a chimalapas




Alberto López Morales

     JUCHITÁN, Oax.- Las autoridades comunales de San Miguel Chimalapa denunciaron que ejidatarios chiapanecos del poblado Gustavo Díaz Ordaz “incautaron por la fuerza e ilegalmente 15 toneladas de resina de pino, propiedad de los indígenas zoques de Benito Juárez.

     El dirigente de los comuneros zoques, Alberto Cruz Gutiérrez dijo que con esa “provocación”, los chiapanecos abrieron nuevamente el riesgo de un enfrentamiento en la zona limítrofe de Chiapas y Oaxaca, donde hay un conflicto agrario desde hace más de 30 años.

     De acuerdo con la denuncia de las autoridades de la congregación Benito Juárez, “el robo de las 15 toneladas de resina de pino” ocurrió al medio día del lunes. “Nos despojaron del camión con todo y resina, producto de un mes de esfuerzo y la policía chiapaneca nos agredió”, dijeron.

     En la zona oriente de la región Chimalapa, están asentados ilegalmente los ejidos chiapanecos Gustavo Díaz Ordaz, Rodulfo Figueroa, Ramón E. Balboa y Flor de Chiapas “que ocupan ilegalmente siete mil hectáreas de las tierras comunales de San Miguel Chimalapa”.

     En esa empobrecida y marginada región de los zoques, los comuneros chimalapas iniciaron en diciembre del año pasado, con el permiso SGPA/DGGFS/712/0184/10, signado por Francisco García, director de gestión forestal de la Sagarpa, el aprovechamiento de la resina.

     “Tenemos el permiso, contamos con las guías y remisiones para transportar la resina y somos dueños de las tierras, pero no sabemos por qué los chiapanecos quieren apropiarse de nuestros recursos”, señaló el dirigente zoque de Benito Juárez, Claudio Martínez Solano.

     Hace un año, con la finalidad de resolver el añejo lío agrario, la Reforma Agraria propuso a los chimalapas un pago de 20 millones de pesos a cambio de las siete mil hectáreas invadidas por los chiapanecos. “No aceptamos porque la madre tierra no se vende”, dijo Alberto Cruz.

     Agobiados por la pobreza, el desempleo y la falta de ingresos, los campesinos zoques de Benito Juárez y San Antonio (San Miguel Chimalapa), pusieron en marcha el proyecto comunitario para la producción de 10 toneladas mensuales de resina sobre dos mil hectáreas de pinos.

     Irritados por la desatención gubernamental, los chimalapas de San Antonio y Benito Juárez dieron un plazo a las autoridades para que a más tardar el tres de septiembre instalen una mesa de diálogo que ponga fin al añejo conflicto.

     “Las asambleas comunitarias de San Antonio y Benito Juárez exigen el desalojo inmediato de los  chiapanecos que están en el poblado Gustavo Díaz Ordaz. Si el gobierno no le entra en 72 horas, nosotros lo haremos y el gobierno será responsable de lo que pase”, señalaron.

     El dirigente de los comuneros zoques, Alberto Cruz Gutiérrez urgió a las autoridades de Chiapas y Oaxaca para que acuerden la devolución, sin condiciones de las 15 toneladas de resina a las comunidades de Benito Juárez y San Antonio.

     “Esas 15 toneladas ya están vendidas a una empresa michoacana que procesa brea y aguarrás y si no la reciben, pues no le pagarán a los compañeros zoques que tienen en el aprovechamiento de la resina una manera honesta de ganarse la vida”, añadió el líder comunal.

     La tensión en la zona oriente de los chimalapas, en los límites de Oaxaca y Chiapas, crece “porque hay patrullajes provocadores de la policía chiapaneca y en cualquier momento podría estallar la violencia”, advirtió Alberto Cruz.

     El dirigente de los zoques también cuestionó al gobierno de Gabino Cué, quien el 29 de abril se comprometió a instalar una comisión ejecutiva para atender el conflicto agrario que viven los chimalapas “pero hasta no ha cumplido”.


martes, 30 de agosto de 2011

Iglesia católica analiza en Oaxaca situación de migrantes



Alberto López Morales

     SALINA CRUZ, Oax.- Unos 120 agentes de la Pastoral de Movilidad Humana, procedentes del país, Estados Unidos y Colombia iniciaron hoy el intercambio de experiencias sobre la violencia que enfrentan los migrantes centroamericanos en México y las condiciones de alto riesgo en que laboran los defensores de los derechos humanos de los llamados “sin papeles”.

     Bajo el lema “Por una migración sin violencia” y convocados por el responsable de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal mexicana (CEM) y arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, quien arribará a esta ciudad mañana miércoles, los sacerdotes, religiosos, laicos y consagrados analizarán también los impactos de la nueva Ley de Migración mexicana.

     Uno de los objetivos del encuentro, resumió el sacerdote Heyman Vásquez Medina, director del albergue “Hogar de la Misericordia”, de Arriaga, Chiapas, es el de “visibilizar los abusos, extorsión, robos y secuestros que sufren los migrantes centroamericanos en nuestro país”.

     Vásquez Medina lamentó que en México, un país que tiene unos 12 millones de migrantes en Estados Unidos, esté ganando la xenofobia, sobre todo en los estados de Oaxaca, de México, Veracruz y Tabasco, que se traduce en agresiones de sectores duros de la sociedad en contra de los “sin papeles”.

     Por su parte la directora ejecutiva nacional de la Pastoral de Movilidad Humana, Leticia Gutiérrez Valderrama destacó que en el encuentro, se discutirán los mecanismos de protección de los más de 500 defensores de derechos humanos de los migrantes que laboran en los 55 albergues existentes en el país.

     “Trabajamos en condiciones de peligro, perseguidos por las corporaciones policiacas y bajo amenazas de muerte del crimen organizado sin que el Estado mexicano genere condiciones de seguridad”, señaló.

     De acuerdo con Gutiérrez Valderrama de 2010 al 2011 “crecieron las amenazas en contra de los defensores de los derechos humanos de los migrantes. Hay más de 15 medidas cautelares a favor de nosotros dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la CNDH dijo.

     De las 55 casas de migrantes diseminadas en el país, las de Arriaga, Tenosique, Lechería, Ixtepec, Saltillo, Piedras Negras y Tamaulipas laboran bajo medidas de protección, mientras que la de San Luis Potosí, fue cerrada hace un mes por agresiones del crimen organizado.

     “No hay semana que no tengamos una agresión o una amenaza de muerte en los albergues”, denunció. “No obstante los peligros, los levantones del crimen organizado para que te digan: no te metas en nuestro negocio, no nos hemos echado para atrás”.

     Mientras que el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra consideró que este décimo segundo Taller de intercambio de experiencias de los agentes de la pastoral de Movilidad Humana servirá además para que se sensibilicen los integrantes de la jerarquía católica de México.

     “La jerarquía católica de México tiene una deuda enorme en materia de derechos humanos, sobre todo con los migrantes, pero hay que entenderla porque es tan compleja que registra pensamientos medievales, del renacimiento, de la ilustración y de la época moderna y que su estructura piramidal obstaculiza nuestras tareas.

     El décimo segundo taller nacional de capacitación del área pastoral de migrantes, que incluye visitas al albergue de Ciudad Ixtepec y un recorrido por las vías en el poblado oaxaqueño de Chahuites, donde son asaltados constantemente los migrantes, concluirá este jueves en la ciudad de Juchitán con la participación de los obispos Rafael Romo Muñoz, de Tijuana y Óscar Armando Campos Contreras, de Tehuantepec.

jueves, 18 de agosto de 2011

Las pantaletas de la alternancia y la reelección


JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales

     En Oaxaca, las protestas no cesan.

     Hay para todos los gustos, como las marchas, los plantones, los bloqueos de carreteras y vialidades, quemas de vehículos, retención de funcionarios, secuestro de autobuses, tomas de oficinas y hasta la singular puesta en escena de tendederos con calzones femeninos frente al palacio del gobierno estatal.

     Las protestas no cesan porque la inconformidad social prevalece.

     Como en los viejos tiempos del salinismo con la clásica frase de: Ni los veo ni los oigo, en Oaxaca la respuesta es el silencio o se le etiqueta como una manifestación más del dinosaurio que se resiste a morir, pero que sirve para avalar las decisiones autoritarias disfrazadas con el ropaje ciudadano.

     La cacareada alternancia, después de 80 años de gobiernos priístas, parece que no fue tal. Los mismos hombres y nombres del pasado, las mismas prácticas de antaño y las mismas ambiciones políticas de la época priísta están presentes.

     El gobernador Cué, creció en la cultura del PRI. Jesús Martínez Álvarez, fue gobernador interino priísta, la que le dejó su lugar, Irma Piñeyro, abrevó del PRI y estuvo a punto de ser senadora, si no se le hubiese atravesado en el camino Cirila Sánchez, comadre de Salinas. Diódoro Carrasco, fue gobernador de Oaxaca por el PRI. Bernardo Vásquez, creció al amparo del poder al lado del ex gobernador priísta Pedro Vásquez. Benjamín Robles Montoya fue priísta en Michoacán. Carlos Altamirano, trabajó en la presidencia priísta de Zedillo. Los nombres y los hombres que influyen en la vida de Oaxaca, pues, nacieron en el PRI.

     De todos ellos, ¿el director del IEEPO Bernardo Vásquez habrá tenido la tentación de ir a bajar las pantaletas que colgaron frente al palacio Ernestina Martínez y Míriam Velasco, que han denunciado hasta el cansancio de que han sido víctimas del acoso sexual por parte del director de Proyectos Educativos del IEEPO, Timoteo Agustín Chávez, protegido del diputado (Im) Perfecto Mesinas?

     El tendero con las pantaletas frente al palacio podría lograr lo que la poderosa sección 22 del SNTE aun no alcanza, es decir, la renuncia de Vásquez Colmenares al frente del IEEPO, si la alternancia fuese auténtica. Sin embargo, el señor recorre la entidad con vales de uniformes en la mano, echándose baños de pueblo, por si acaso Oaxaca le suplica que por favor nos represente en alguna curul en San Lázaro.

     Ya los académicos han dejado en claro, hasta el cansancio, que la ruptura del PRI desde los tiempos de don Heladio Ramírez, prohijó y nutrió con el paso de los años a las nuevas y viejas formaciones políticas pero con la misma clase política que terminó por colonizar a los partidos que ahora (des) gobiernan en Oaxaca.

     Por esa simple razón, las pantaletas podrán seguir colgadas en el tendero en lo que resta del año, con el claro riesgo de que se descoloren por efectos del calor, la humedad y el paso del tiempo, y sobre todo por la sordera, la insensibilidad y la impunidad que en Oaxaca ya tiene tiempo que obtuvo carta de naturalización.

     Y frente al colorido tendedero de las prendas íntimas femeninas que simbolizan el impune acoso sexual en una institución que se supone fomenta principios y valores de igualdad, respeto y educación, la diputada panista Marlene Reyes Aldeco Retana, quien también abrevó de la cultura priísta y que como Convergente formó parte de la 59 legislatura local que fue calificada como la de la simulación, presentó una iniciativa para modificar el artículo 75 de la constitución política de Oaxaca que dice expresamente: El ciudadano que haya ocupado el cargo de Gobernador del Estado, por elección ordinaria o extraordinaria o con el carácter de interino, provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a ocupar el cargo de Gobernador en cualquiera de sus modalidades.

     Ese párrafo al 75 constitucional fue introducido durante el mandato de Heladio Ramírez López, para cobrarse las afrentas políticas del llamado Grupo Oaxaca que nunca le perdonó al “Hijo de Sata María Ayú” que le comiese el mandado político y tuvo como destinatario final a ¡imagínense!, don Jesús Martínez Álvarez, quien en 1985 fue gobernador interino en sustitución de Pedro Vásquez Colmenares. Don Jesús, ya se sabe, está de vuelta en Oaxaca como responsable de la política interna.

     Veintitantos años después, la diputada panista Marlene Reyes Aldeco sacudió a la clase política oaxaqueña con su iniciativa para modificar el 75 constitucional. “No a la reelección”, dijeron unos. “Que se someta al referéndum”, clamaron otros. “Los diputados no deben legislar al capricho personal”, consignaron varios.

     Si el párrafo introducido al 75 de la Constitución Política local en los tiempos de Ramírez López fue destinado a Martínez Álvarez, ¿la modificación propuesta por Aldeco Reyes Retana tendrá como destinatario al ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano? Hasta ahora, el ex priísta/salinista/zedillista y ahora panista solo ha confesado que buscará un escaño en el Senado de la República.

     Y hasta ahora, el proclamado gran cambio que traería paz y progreso para Oaxaca no llega y lo que es espectacular es que unos chones femeninos colgados del tendedero del palacio, convertido a veces en cocina, y una iniciativa de ley que no oculta la pasión para el retorno de los puros al poder formal, revelan que la alternancia ni siquiera da para llamarse así, menos para empujar la transición, sino que apenas le alcanza para rejuvenecer al gatopardismo.
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miércoles, 17 de agosto de 2011

Sequía financiera en Oaxaca


JUCHITÁN INFORMA

Alberto López Morales

     Han pasado ocho meses desde la asunción del gobierno de la alternancia y, salvo las muertes por líos agrarios y políticos, las protestas sociales, así como la reproducción de prácticas arcaicas del régimen priísta, nada más doloroso enfrentan los oaxaqueños que la ausencia de inversiones destinadas a la obra pública que reactiven la economía del estado que amenazada por el riesgo de que la economía norteamericana entre en recesión.

     Como en las ferias de los pueblos donde sobran los embaucadores que al grito de ¿dónde quedó la bolita?, en Oaxaca la pregunta corre por todos lados: ¿Dónde quedó el histórico presupuesto de 58 mil millones de pesos destinados a la obra pública? Si persiste el enigma mientras pasan los días, quizá solo El Monje Loco nos ilumine con la clásica respuesta de “Nadie sabe, nadie supo”.

     Cuando los diputados federales del PRI cabildearon la aprobación del presupuesto 2011 a favor de Oaxaca del orden de 58 mil millones de pesos, toda la clase política de la entidad festinó la cifra, hizo cuentas alegres y apostó demagógicamente que el destino de la entidad sería el del progreso.

     Han pasado ocho meses y la ejecución de la obra pública está paralizada. Hay quejas de empresarios del ramo de la construcción, de los prestadores de servicios, de la población y de los presidentes municipales que están lidiando los reclamos de sus gobernados con los insuficientes recursos del Ramo 33.

     En los últimos días el malestar de los alcaldes oaxaqueños se ha reducido a un solo tema: les han dicho que no hay dinero en el gobierno de Oaxaca para realizar las obras mediante el financiamiento conocido como mezcla de recursos, es decir la suma del gobierno de Oaxaca a la aportación del gobierno municipal.

     Faltan cuatro meses para que finalice el año, ya estamos en la temporada de lluvias y el malestar por la ausencia de obras es creciente y palpable. Si no hay obras, no hay derrama financiera y sin derrama, la economía se asfixia en la parálisis.

     Los presidentes municipales claman que si no se van aplicar los 58 mil millones de pesos aprobados por los diputados federales, que por lo menos el gobierno de Cué disponga de por lo menos la mitad del Fondo General de Inversiones sujetas a la determinación del Poder Ejecutivo que podría ascender a ocho mil millones de pesos, para que se apliquen en la mezcla de los recursos para la ejecución de las obras municipales que reclaman los oaxaqueños en cada uno de los 570 municipios de la entidad.

     Hay versiones en el sentido de que el gobierno de Oaxaca se está reservando los recursos del Fondo General para condicionar la mezcla de recursos a programas específicos como el de saneamiento ambiental para la introducción del drenaje y construcción de plantas de tratamiento que estarían a cargo de empresas plenamente seleccionadas.

     Otras versiones sostienen que el gobierno de Cué ha reservado la mezcla de recursos para abatir el rezago educativo mediante el programa SISIS (Sí estudian y Sí trabajan), para atacar la presencia de los NINIS (Ni estudian ni  trabajan), que en Oaxaca alcanzarían una cifra de 60 mil jóvenes. No hay que olvidar que por cada 10 jóvenes que están en el nivel medio superior, casi siete han desertado de las escuelas y en esas condiciones son vistos como clientes electorales.

     Al margen de las versiones, unos 73 presidentes municipales oaxaqueños emanados de las filas del PRI anunciarán en unos días más la creación de la Federación Estatal de Alcaldes Priístas. Para la presentación de ese nuevo organismo, ya fueron invitados a Oaxaca el líder nacional del PRI Humberto Moreira y el senador Manlio Fabio. Falta que confirmen.

     Los alcaldes priístas seguramente que buscarán un encuentro con Cué para emplazarlo a que ponga a disposición de los 570 presidentes municipales de Oaxaca los recursos del Fondo general para que se apliquen en la mezcla de recursos que son necesarios y urgentes para promover la obra pública, generar empleos y propiciar la derrama económica.
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martes, 16 de agosto de 2011

Polémico nombramiento en la ASE


JUCHITÁN INFORMA

Alberto López Morales

     Si la renuncia de Lizbeth Caña Cadeza, como titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), fue polémica, la designación de Carlos Altamirano Toledo, lo fue más.

     Cuando Caña Cadeza rindió protesta como titular de la ASE en el 2008, ante el Congreso local con mayoría priísta, los opositores al gobernador Ulises Ruiz Ortiz pusieron el grito en el cielo porque ella había formado parte del gabinete ulisista.

     Ahora fue al revés.
    
     Carlos Altamirano Toledo fue designado como nuevo auditor de la ASE, el organismo que tiene como tarea el combate contra la corrupción, cuando apenas había renunciado al cargo de secretario de Desarrollo Social en el gobierno de Gabino Cué.

     No se observan, sin embargo, los gritos destemplados de los opositores del pasado, convertidos en gobernantes del presente, en contra del hecho de que Altamirano Toledo haya formado parte del gobierno oaxaqueño hasta la semana pasada.

     Desde que Carlos Altamirano renunció a la Secretaría de Desarrollo Social, en los medios, en los cafés, en los bares y en el Congreso, se sabía o se especulaba que su salida de una súper Secretaría que nunca controló, estaba negociada para pasar al frente de la ASE.

     Los pronósticos se cumplieron al pie de la letra.

     Desde el lunes 15, el ex priísta y ex colaborador de Ernesto Zedillo en la administración de las finanzas de la presidencia de México, es el Auditor que por siete años tendrá la facultad de vigilar la aplicación correcta de los recursos y sancionar a quienes incurran en actos de corrupción.

     No había y no hay, eso sí, ningún impedimento legal para que los diputados eligieran al ixtaltepecano como responsable de la ASE. Incluso tiene tras de sí una larga experiencia en el servicio público para desempeñar el cargo. Y es economista

     Pero sí había y hay razones éticas.

     Durante el trienio 2006/ 2009 Carlos Altamirano fue diputado federal. Le ganó en las urnas a Agustina Acevedo, una aguerrida mujer que parecía imbatible en las elecciones. Y se convirtió en el coordinador de la bancada de los perredistas oaxaqueños.

     Apenas en el 2009 fue una de las cartas fuertes del PRD para competir por la gubernatura, pero terminó por declinar a favor de Cué. Políticamente es un personaje ligado a Marcelo Ebrard, jefe del DF que pelea la candidatura presidencial perredista con Andrés Manuel López Obrador.

     Cuando Gabino Cué presentó sus iniciativas de reforma política a la actual legislatura de Oaxaca, el primero de diciembre, introdujo la idea de convertir a la ASE en un instrumento de la sociedad civil para vigilar la aplicación de los dineros y combatir la corrupción.

     El nombramiento de Carlos Altamirano Toledo, resultó polémico y dañó la imagen del Congreso que se ufana de su composición plural, como si eso fuese una garantía ética, pero también minó la credibilidad del Ejecutivo Estatal.

     En la súper Secretaría de Desarrollo Social, que nació con el gobierno de Cué, Carlos Altamirano no cuajó porque, como se sabe, los subprogramas del programa Bienestar quedaron en manos de los amigos del gobernante.

     Carlos Altamirano, de filiación perredista, no pudo lidiar con los subsecretarios Víctor González Manríquez, de extracción panista y Othón Cuevas, del PRD, porque ni siquiera los puso él, sino el propio Cué.

     El cambio le vino bien a Carlos Altamirano, quien superará la tradicional línea sexenal. Durará en el cargo siete años. Pero a los diputados no, porque en esta nueva etapa se vieron avasallados por el Poder Ejecutivo, como en el pasado.

     Quedó en el ambiente de que la mayoría de los diputados, 36 de los 42 para ser exactos, sucumbieron ante el poder de Cué y también quedó bajo sospecha de que en poco tiempo los partidos PAN, PRD y hasta el PRI cobren la factura a través de posiciones en la ASE.

     De nueva cuenta, pues, como ocurrió con la integración del Instituto Estatal Electoral, en Oaxaca se repite la historia del pasado donde las prácticas políticas eran dirigidas por el centralismo autoritario, lejos, muy lejos de la aspiración ciudadana.

     ¿Había alguna necesidad política para abaratar en ocho meses de gobierno otra tajada del capital político? ¿Simple cálculo político transexenal? ¿Ir al fondo en la lucha contra la corrupción del pasado? O, ¿El reacomodo de las fuerzas para contener la crisis institucional que se avizora?
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lunes, 15 de agosto de 2011

Los seis retos de don Jesús


Juchitán Informa

Alberto López Morales

     En su discurso de aceptación al cargo de secretario general del gobierno oaxaqueño, don Jesús Martínez Álvarez perfiló al menos seis retos que son, al mismo tiempo, la agenda que en ocho meses el gobierno del cambio no ha podido encarar por su contradictoria composición, la inexperiencia del gabinete, las pugnas por el control político y por la naturaleza política de los ancestrales conflictos sociales que se reeditan en Oaxaca bajo cualquier circunstancia.

     1.- Como responsable de la política interior de Oaxaca, Martínez Álvarez se dirigió a los presidentes municipales para que se hagan cargo de los asuntos de su competencia.

     2.- Pidió a los delegados de las dependencias del gobierno federal, que trabajen en coordinación con el gobierno de Oaxaca y los alcaldes oaxaqueños.

     3.- A los integrantes del gabinete les exigió unidad interna para darle respuestas ágiles a los conflictos y anunció la creación de ocho subsecretarías en igual número de regiones de la entidad con plenas facultades resolutivas para evitar que las protestas lleguen a la capital.

     4.- A los actores políticos y sociales que están en conflicto, les demandó un periodo de acercamiento. Paciencia, pues.   

     5.- Conocido por su estilo duro de gobernar, anunció que quienes violen la ley, serán castigados. No más privilegios e impunidad, dijo.

     6.- Oaxaca, abundó, no puede aceptar como destino fatal nuevas expresiones de pobreza.

     Al menos esos seis desafíos serán la prioridad del ex gobernador interino. Sin embargo, dada la complejidad de Oaxaca y los variados intereses políticos y económicos que predominan en la entidad y con el entorno electoral que está a la vuelta de la esquina, don Jesús  Martínez Álvarez, como en el pasado, estará operando sobre un polvorín.

     Los presidentes municipales, viven y reproducen la vieja cultura del paternalismo. Carecen de los suficientes resortes financieros para atender los múltiples reclamos de la población que van desde obras hasta conflictos por el transporte o de naturaleza agraria y por si eso fuera poco, no se conoce la experiencia de ningún presidente estableciendo un pacto político por la normalidad democrática y la gobernabilidad institucional. O sea, que no podrán atender ni siquiera los asuntos de su competencia.


     Los delegados de las dependencias federales ya están en la precampaña y operan bajo el manto de la pelea que protagonizan Josefina Vásquez Mota, Ernesto Cordero, Santiago Creel y Alonso Lujambio, para ganar la candidatura presidencial. Desde que Gabino Cué tomó distancia de AMLO y se acercó a Marcelo Ebrard, los delegados federales prácticamente caminaron sin coordinarse con el gobierno de Oaxaca. Pareció que Calderón castigó a Cué, quien finalmente entendió el mensaje y declinó asistir al acto de apoyo al jefe del gobierno capitalino.

     La cohesión interna que pidió Martínez Álvarez a los integrantes del gabinete pudiera ser interpretado como el clásico llamado a misa, donde va el que quiere. Los secretarios andan de las greñas hasta con sus subsecretarios por diferencias partidistas y muchos de ellos están con el ánimo de buscar espacios en ambas Cámaras y han desoído la petición de Cué en el sentido de que el que tenga una aspiración electoral, que renuncie.

     El gabinete está semiparalizado. Los secretarios han dejado a Cué solo frente a la complejidad de los problemas y lo que es peor, han tomado partido en las intrigas palaciegas y se zancadillean mutuamente. Meter orden en el gabinete y pedirles la unidad interna, costará la renuncia de más de uno de los titulares de las secretarías.

     Los actores políticos y sociales muestran un creciente activismo político. Van por el dinero disfrazado en proyectos productivos que en el régimen priísta tuvieron a manos llenas. Se mueven alrededor de los personajes políticos que buscan las candidaturas presidenciales de sus respectivos partidos políticos. No en balde tanto René Bejarano y Jesús Zambrano, del PRD ya vinieron a Oaxaca a pedirle a Cué que instrumente el programa de mezcla de recursos para los alcaldes de sus respectivas.

     Los conflictos políticos, agrarios, sindicales y sociales de Oaxaca, alimentados por el encono y desatendidos ancestralmente están a la orden del día y sus componentes reclaman el cumplimiento de las amplias expectativas que generó la campaña electoral de Cué. Un periodo de acercamiento y de diálogo es esencial para que en Oaxaca disminuya la intensidad de los desencuentros, pero la clase política de la entidad está inmersa en la elección federal del 2012, que imposibilita la concreción de acuerdos.

     Por otro lado, si algo reclaman los oaxaqueños en este gobierno es el combate contra la impunidad y el castigo contra quienes violen la ley. Sin embargo, hasta ahora no han obtenido respuestas ante el reclamo de justicia por tantas muertes y desapariciones acumuladas desde el 2006.

     ¿Qué ocurrirá con los actores sociales que bloquean las carreteras y vialidades y fomentan los enfrentamientos entre sus propios hermanos indígenas? Aplicarles la ley a secas haría insuficientes las cárceles de la entidad. La mano autoritaria del pasado no tendrá espacio en el presente, a menos que el propósito final sea el de confrontar a Cué con las organizaciones sociales y políticas que en el 2006 sacudieron a Oaxaca.
     En más de una ocasión y bajo cualquier acto institucional, la expresión de que “La federación tiene una deuda con Oaxaca” ha terminado en convertirse en un lugar común. A pesar de los rimbombantes discursos y programas sociales, la pobreza y la marginación están en los rincones de la entidad.

     Con el gobierno de Cué, el programa Bienestar, que tiene más tintes electoreros, se colocó como el instrumento para abatir la pobreza, pero solo arroja paliativos y no genera ni empleos ni riqueza.

     El gobierno de Cué se percibe como uno más de los gobiernos del pasado que administraron pero no resolvieron los conflictos y no se valora como un gobierno de la alternancia que tiene la responsabilidad de empujar la transición mediante la articulación de un gran pacto político entre las fuerzas sociales, la iglesia, el empresariado, los académicos, la intelectualidad, el Congreso y los partidos por la gobernabilidad de Oaxaca.

     Al final la clase política de Oaxaca no olvida su vocación antropófaga que dará al traste con el sueño de los oaxaqueños que en menos de un año empieza a decepcionarse del gobierno que se dieron masivamente en las urnas.
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viernes, 5 de agosto de 2011

Lona Reyes: militarizar no resuelve la violencia

Arturo Lona Reyes



Alberto López Morales

     TEHUANTEPEC, Oax.- El obispo emérito Arturo Lona Reyes entrecierra los ojos y se rasca la barbilla con la mano derecha. Su gesto taciturno refleja la angustia que lo atormenta. “La violencia no se resolverá con la militarización. Se desterrará con paz, justicia y dignidad”, explicó.

     En 1984, Lona Reyes ya había advertido, al lado de ocho obispos más de la región Pacífico Sur de México, que el poder del narcotráfico, sustentado en la pobreza de la población y en las complicidades de las autoridades, socavaría a la sociedad.

     Con la persistente narcoviolencia, la pobreza extrema en aumento, y el creciente desempleo, “México se tambalea”, dijo el prelado quien este 15 de agosto cumplirá 40 años de haber sido designado séptimo obispo de la diócesis de Tehuantepec.

     La fiesta para recordar que Arturo Lona Reyes fue el primer obispo que se ordenó en la catedral de esta ciudad, se realizará el 15 de septiembre porque el titular de la diócesis, Óscar Campos estará en España en un congreso juvenil. “Será muy patriótica la celebración”, bromeó.

     Conocido como el “Obispo de los Pobres”, a Lona Reyes le sobran preocupaciones. Le lastima la pobreza de los indígenas, le duelen las muertes por los conflictos agrarios, le irrita la voracidad de los políticos y le descorazona que el país esté en una creciente espiral de la violencia.

     Procedente del pueblo zoque de San Francisco la Paz, el paraíso que adoptó como hogar desde que dejó la diócesis en el 2000, y que le gestionó la construcción de un puente, la electrificación y la introducción del agua potable, Lona Reyes parece incansable a sus casi 86 años de edad.

     Sentado en una banca de madera negra en el corredor de la catedral, Lona Reyes evocó la tarde que se le atravesó en el camino al entonces primer secretario de Desarrollo Social, Luis Donaldo Colosio Murrieta para invitarlo a conocer la catedral y el obispado.

     ¿Pero qué es esto?, le preguntó Colosio en 1992, cuando vio el techo de lámina agujereado y las vigas apolilladas de la catedral y las paredes deterioradas del obispado. ¡Hay que hacer algo!”, dijo. Y la reconstrucción se hizo tras 70 años de abandono.

     “Desde entonces Colosio y yo fuimos amigos, tanto que un día nos invitó al ex arzobispo de Oaxaca, Bartolomé Carrasco Briseño y a mí a comer y nos pidió consejos para su campaña presidencial. Ya me sentía entrar y salir de Los Pinos…pero lamentablemente lo mataron”, añadió.

     Lona Reyes se reunió con el obispo titular Óscar Armando Campos Contreras, con quien, dijo, lleva bien “la fiesta” tras “13 años de bache” que vivió la diócesis durante la estancia de Felipe Padilla Cardona, quien había llegado en 1997 como coadjutor del obispo de los pobres.

    “Felipe Padilla intentó desmantelar el proyecto pastoral que heredé a favor de los pobres a través del primer sínodo diocesano que se elaboró entre 1997 y el 2000. No pudo hacerlo porque conté con el respaldo de los sacerdotes, laicos, misioneros y del pueblo”, dijo orgulloso.

     Arturo Lona Reyes pidió ahora al obispo titular la reanimación del Centro de Derechos Humanos “Tepeyac” que él fundó en 1997 y que fue abandonado por su último director, Javier Balderas Castillo. “Vehículos, dinero, equipos de oficina y edificios andan perdidos ahí”, acusó.

     El obispo de los pobres, que a lo largo de 29 años de trabajo pastoral al lado de las empobrecidas comunidades indígenas de Oaxaca fue objeto de once atentados de los que salió ileso, expresó su preocupación por el rumbo del gobierno oaxaqueño de la alternancia.

     “Han pasado ocho meses, veo buena voluntad de Gabino Cué, pero creo que es tiempo de que se sacuda de la influencia de los ex gobernadores priístas y que le dé una fuerte sacudida a su gabinete porque sus aliados cada día quieren cobrarle nuevas facturas”, precisó.

     A lo largo de su vida pastoral, Lona Reyes se convirtió en el interlocutor entre los indígenas con los gobernantes oaxaqueños. También participó como mediador en los conflictos agrarios que aun sangran los surcos del campo de Oaxaca y en el conflicto social de 2006.

     “Recuerdo que la relación más áspera fue con el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, por mi presencia en el conflicto agrario que aun viven los pueblos Chimalapas. Quiso responsabilizarme de las consecuencias. Pero luego hablamos y la relación mejoró mucho”, dijo.

     ¿Cómo mejoró la relación?

     En pleno conflicto agrario, el ex gobernador de Oaxaca me llamó y me dijo: Don Arturo, nos estamos peleando a lo pendejo. Vamos hacer las paces y trabajar juntos por Oaxaca. De ahí nació  la primera ley indígena del país para los indígenas de Oaxaca.

        Un día, rememoró Lona Reyes, siendo secretario de Gobernación, Diódoro, acudió invitado a la reunión la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), y los obispos le preguntaron qué relación tuvo conmigo. Ahí estaba el nuncio Gerónimo Prigione, quien “pelo” los ojotes ante la respuesta.

      “Cuando fui gobernador de Oaxaca, el obispo Lona me hacía los discursos políticos y yo le escribía las homilías, les dijo Diódoro Carrasco en tono de broma, pero que al mismo tiempo refrendaba la vigorosa y cordial relación que tuvimos”, recordó el obispo de los pobres.

     Lona Reyes, que a cada rato acaricia y besa la cruz de madera de color negro que destaca sobre su desgastada guayabera blanca, recalcó que a su edad se siente todavía con fuerzas para luchar contra la injusticia.