Oaxaca, Oax. | Lunes 03 de enero de 2011 Alberto López / Corresponsal | El Universal20:24
El dirigente de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), Juan Sosa Maldonado, denunció el asesinato de Crescenciano Moisés Pérez Enríquez, quien había sido secuestrado hace 60 días en San Bartolomé Loxicha.
El cuerpo del indígena zapoteco apareció en la madrugada de hoy frente a una escuela telesecundaria de San Bartolomé Loxicha, de acuerdo con reportes que proporcionó el hijo del desaparecido y ahora ejecutado.
"La violencia institucional en la Región Loxicha ha evolucionado. En el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano los indígenas éramos presentados con vida para ser procesados con cargos y expedientes judiciales prefabricados, es decir presos pero vivos. Todo apunta que el gobierno de su pupilo, Gabino Cué Monteagudo, nos prefiere muertos", señaló la OPIZ en un comunicado.
Durante el gobierno de Carrasco Altamirano, decenas de indígenas loxichas fueron encarcelados bajo la acusación de que pertenecían al Ejército Popular Revolucionario (EPR), que atacó a balazos instalaciones policiales en Huatulco a fines de agosto de 1996.
El dirigente de la OPIZ, Juan Sosa Maldonado estuvo preso y denunció que fue víctima de torturas durante los primeros 25 días de su aprehensión, acusado de participar en el asesinato de seis policías; acusó al gobierno de Felipe Calderón y al de Gabino Cué, del asesinato del indígena Crescenciano Moisés Pérez.
Crescenciano Moisés Pérez había sido secuestrado de su domicilio el 4 de noviembre del año pasado, por hombres vestidos de negro y con armas de uso exclusivo del Ejército mexicano, según denunció la OPIZ en su momento.
chimas60@hotmail.com
tecoloma@yahoo.com.mx
twitter: alberticolopez
El dirigente de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), Juan Sosa Maldonado, denunció el asesinato de Crescenciano Moisés Pérez Enríquez, quien había sido secuestrado hace 60 días en San Bartolomé Loxicha.
El cuerpo del indígena zapoteco apareció en la madrugada de hoy frente a una escuela telesecundaria de San Bartolomé Loxicha, de acuerdo con reportes que proporcionó el hijo del desaparecido y ahora ejecutado.
"La violencia institucional en la Región Loxicha ha evolucionado. En el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano los indígenas éramos presentados con vida para ser procesados con cargos y expedientes judiciales prefabricados, es decir presos pero vivos. Todo apunta que el gobierno de su pupilo, Gabino Cué Monteagudo, nos prefiere muertos", señaló la OPIZ en un comunicado.
Durante el gobierno de Carrasco Altamirano, decenas de indígenas loxichas fueron encarcelados bajo la acusación de que pertenecían al Ejército Popular Revolucionario (EPR), que atacó a balazos instalaciones policiales en Huatulco a fines de agosto de 1996.
El dirigente de la OPIZ, Juan Sosa Maldonado estuvo preso y denunció que fue víctima de torturas durante los primeros 25 días de su aprehensión, acusado de participar en el asesinato de seis policías; acusó al gobierno de Felipe Calderón y al de Gabino Cué, del asesinato del indígena Crescenciano Moisés Pérez.
Crescenciano Moisés Pérez había sido secuestrado de su domicilio el 4 de noviembre del año pasado, por hombres vestidos de negro y con armas de uso exclusivo del Ejército mexicano, según denunció la OPIZ en su momento.
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